RESULTA extraña la virulencia con que el actual concejal de Servicios Sociales de Santa Cruz, Ignacio González, se emplea en sus artículos contra el candidato socialista al Ayuntamiento, Julio Pérez. Sobre todo considerando que el señor González abandona el Consistorio por el que tanto dice que ha trabajado y que tantas satisfacciones le ha dado, según él. Entiende, o le han hecho entender, que Julio Pérez es el enemigo a batir, y a ello se emplea con su habitual inconsistencia de argumentos.

En un artículo estrambótico y paternalista, acorde a su forma peculiar de proceder, el concejal de Servicios Sociales se dedica a dar razones para no votar a Julio Pérez, sin que ni una sola de ellas se sostenga, tergiversando ideas y propuestas para acomodarlas a su visión preexistente de la realidad social de la ciudad y del trabajo que él mismo ha hecho en esta área.

Al señor González hay que explicarle que la propuesta del PSOE no es "cargarse" el IMAS, como él afirma en un ejercicio magistral de simplonería. La propuesta socialista parte de una idea sencilla, pero que parece haber sido inaprensible para el concejal en estos años: los Servicios Sociales no se limitan a combatir la exclusión social y la pobreza, sino que abarcan mucho más, desde personas con discapacidad a tercera edad, drogodependientes, menores, familias… El alcalde de Santa Cruz ha dejado los servicios sociales en manos de una persona que vive completamente ajena al concepto "prevención".

No se trata de eliminar el IMAS, sino de integrarlo en la Concejalía de Cohesión y Bienestar Social, transferir sus recursos humanos y económicos y ahorrar cargos directivos que no son útiles habiendo un concejal y unos técnicos cualificados con su plaza en el Ayuntamiento; técnicos que, por cierto, han rehusado adscribirse al IMAS, una decisión de la que el concejal debería ofrecer alguna explicación. Actualmente, una cita en el IMAS puede demorarse dos meses y el pago de una ayuda hasta seis, así que poco motivo tiene Ignacio González para sacar pecho como lo hace, menos aun en una ciudad que estuvo más de un año en emergencia social.

¿Existe en Santa Cruz una planificación global de los Servicios Sociales? Es más, ¿se habrá planteado alguna vez el señor González una idea semejante? Todo lo contrario. Ha empezado la casa por el tejado, sin planificación, entregado a retratarse haciendo de la atención social una cuestión "folclorista". Por cierto, no sobra recordar que la reforma del albergue de Santa Cruz está financiada con fondos del Plan E, un millón de euros del Estado; es decir, Zapatero ha hecho más por los Servicios Sociales de Santa Cruz que el concejal del ramo.

El edificio del IMAS cuesta 360.000 euros anuales en arrendamientos, y nuestros concejales del Grupo Municipal Socialista hicieron en el pleno de los presupuestos una propuesta seria y documentada para que ese dinero vaya a las ayudas básicas reorganizando la atención social en este municipio. Los datos que Ignacio González da en su artículo respecto a las iniciativas del PSOE son tan distintos de la realidad que hasta dan ganas de sospechar que el concejal no atiende a la oposición cuando interviene en la sesión plenaria.

No podemos pedirle al concejal que haga en dos meses que restan de mandato lo que ha renunciado a hacer dos años atrás: planificar unos servicios sociales que prioricen tanto la prevención como la atención, que atiendan las necesidades de los mayores y las demandas de los ciudadanos, que amplíen la red de guarderías públicas, que garanticen recursos para drogodependientes, que trabajen con los menores en riesgo y las familias más vulnerables. No podemos pedírselo porque todo eso será lo que hagamos los socialistas a partir de mayo, con Julio Pérez, al que se le podría votar por mil motivos, al frente.