El consejero de Presidencia y Hacienda del Cabildo de Tenerife, Víctor Pérez, ha indicado hoy que la corporación insular tiene que tener una visión insular y no por municipios, afirmación con la que responde al socialista Aurelio Abreu, quien ha opinado que esta institución "parece un régimen patriarcal y los alcaldes medianeros".

El reparto económico, cuyo grueso se articula por medio de los planes insulares, se hace en función de las necesidades y pactando con los 31 municipios de la isla", explicó Pérez en declaraciones a Efe.

A su juicio, la visión del Cabildo tiene que ser comarcal e insular y teniendo en cuenta parámetros como la población que habita en la zona.

El vicepresidente de la corporación insular tinerfeña aclaró que también hay inversiones de carácter supra municipal, como las de carreteras o puertos, de las que se suelen ver favorecidos varios municipios.

Como ejemplo puso la vía entre Buenavista y Garachico que ya está adjudicada y que se empezará a ejecutar en los próximos meses.

Pérez dijo que las declaraciones de Abreu son "tendenciosas" y "de mal gusto", ya que promueven un enfrentamiento institucional innecesario que no se corresponde con el clima cordial que hay entre Cabildo y ayuntamientos.

Abreu fue alcalde de Buenavista, el cuarto municipio que más dinero recibió por habitante durante el periodo 2006-2010, comentó Víctor Pérez.

Frente a las quejas del socialista, el consejero desmintió que 12 municipios se queden sin inversión este año y criticó que esa afirmación "carece de argumentos" y sólo refleja "un profundo desconocimiento del funcionamiento del Cabildo".

El consejero opinó que el reparto presupuestario no es sectareo, "a diferencia de lo que hace el Gobierno central con los ayuntamientos tinerfeños socialistas, donde hay preferencias patentes y descaradas".

El candidato que encabezará la lista del PSOE en las elecciones de 2011 al Cabildo de Tenerife, Aurelio Abreu, criticó hoy en declaraciones que el Cabildo tinerfeño no tiene un criterio objetivo para el reparto de los recursos económicos, lo que repercute negativamente en los ayuntamientos y, por consiguiente, en los ciudadanos.