Las administraciones implicadas en el rescate de las licencias municipales de taxi de Santa Cruz de Tenerife (el consistorio capitalino y el Cabildo de Tenerife) deberán devolver en un plazo máximo de diez años el crédito que se suscriba con la entidad financiera que se encargará de adelantar el dinero necesario para rescatar las primeras 180 licencias, unos 10,8 millones de euros a razón de 60.000 euros por licencia, y que salvo sorpresa será CajaCanarias.

De esta forma, la operación financiera se dilatará durante varios mandatos, por lo que ambas administraciones participantes deberán comprometerse a destinar una partida económica al efecto durante un período plurianual hasta que se logre devolver el crédito solicitado.

Actualmente, y tras haberse realizado el estudio económico sobre el sector del taxi, el ayuntamiento está preparando los documentos que deberán aprobarse en sesión plenaria, tanto por parte del consistorio como de la Corporación insular, y que solventarán los detalles técnicos y jurídicos del acuerdo.

Ante la necesidad de perfilar este documento y de su necesaria aprobación en los plenos de ambas administraciones es por lo que la retirada de los primeros taxis se retrasará, previsiblemente, hasta comienzos del próximo año, pese a que, en un principio, se apostaba por comenzar la operación a finales de este año.

Incluso se llegó a plantear la posibilidad de que los propios taxistas aportaran parte del dinero del rescate, una propuesta que no fue bien recibida debido a la acuciante situación económica por la que atraviesan muchos de los profesionales de este sector. Por ello, serán ayuntamiento y Cabildo (después de que el Gobierno de Canarias se desmarcara) quienes harán frente a esta importante operación crediticia ya que el ayuntamiento capitalino, por sí solo, no podría afrontarla dado el montante de la misma y la situación económica de las arcas públicas.

De esta forma, la problemática del exceso de licencias de taxi en la capital parece estar dando los últimos coletazos después de que en una reunión mantenida durante el pasado mes de mayo entre el presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, el coordinador general de Movilidad y Seguridad, Manuel Ortega, y los representantes de las asociaciones del sector, Unión de Trabajadores Autónomos del Taxi (UTAT), Agrupación Profesional del Taxi (APT) y Asociación de Taxistas de Canarias (ATC), y a la que también asistió el alcalde del Ayuntamiento de Santa Cruz, Miguel Zerolo, a modo de mediador, quedara claro que ambas administraciones apostaban por el rescate de un número indeterminado de licencias en un corto plazo de tiempo. Asimismo, posteriormente también se celebró un encuentro con la directiva de la Asociación Independiente y Democrática del Taxi (Asidet), una asociación de reciente constitución que cuenta ya con más de 400 afiliados.

Cabe recordar que a día de hoy existen 1.087 licencias de taxi en la capital, algo que supone un exceso y que conforme al ratio por cada 1.000 habitantes, implica que haya cada día unos 540 vehículos de más circulando.