El carnaval de La Orotava salió ayer a la calle como estaba previsto, aunque parecía no tenerlas todas consigo ante las previsiones meteorológicas, pero se impuso el sol con toda su fuerza, apenas eclipsado por las nubes y el viento. Una mañana radiante protagonizada por la trigesimooctava edición del Rally de Coches Antiguos del Valle de La Orotava fue el anticipo de lo que daría de sí la tarde y noche reservadas para el coso apoteósico de la Villa y para las verbenas.

Si bien ya es el segundo año en que no tiene lugar la celebración de la gala de la reina debido a los recortes presupuestarios por la crisis económica, el desfile del Carnaval de La Orotava exhibió su esplendor de siempre y, resaltado, aún más, si cabe por la imaginación de los disfraces y atuendos de las agrupaciones, comparsas, rondallas, murgas y centenares de máscaras. La música, el baile y los ritmos hacían entrar en calor a los miles de participantes en el coso, que se inició sobre las cinco de la tarde en las inmediaciones de la Cruz del Teide, para continuar a través de las calles San Francisco, La Carrera y La Carrera y puente del Escultor Estévez; avenidas de Canarias y Obispo Pérez Cáceres.

De acuerdo con los datos facilitados por la comisión de Fiestas del ayuntamiento de La Orotava concurrieron 42 entidades registradas y un sin número de grupos no inscritos.

La afluencia de público y participantes, según la organización, rondó las 15.000 personas en las tres horas de coso.