El gobierno de La Laguna (CC) ha decidido elevar a 70.000 euros el presupuesto de este año para el servicio de teleasistencia domiciliaria para personas mayores, enfermas o con algún tipo de discapacidad. Con esta cifra, la partida del convenio de colaboración que mantiene el consistorio con la Oficina Provincial de Cruz Roja Española en Santa Cruz de Tenerife aumenta este año en unos 20.000 euros, pasando de los 49.000 euros de 2009 a los 70.000 actuales.

Este servicio beneficia a personas que, por razón de su edad, enfermedad o discapacidad, necesitan de una atención que permita mejorar su calidad de vida en su propia casa.

La edil de Bienestar Social, Blanca Pérez, afirma que el objetivo central pasa "por asegurar la intervención inmediata ante una situación de necesidad o emergencia del usuario, mejorando su calidad de vida. Por ello, apostamos por seguir prorrogando este convenio de colaboración con Cruz Roja, un compromiso social fundamental".

A través de la línea telefónica y con un equipamiento de comunicaciones e informático específicos ubicados en un centro de atención y en el domicilio de los usuarios, el servicio permite a estas personas ponerse en contacto con dicho centro durante las 24 horas del día y los 365 días del año. Para ello, basta con pulsar el botón de una pulsera que los beneficiarios del proyecto llevan siempre consigo. Esto posibilita entrar en contacto verbal y ser atendidos por personal específicamente preparado para dar respuesta adecuada a la situación de emergencia o necesidad presentada, bien por sí mismo o movilizando otros recursos humanos y materiales propios del usuario o existentes en la comunidad.

Agendas de usuario

Esta atención se complementa con las denominadas "agendas" de usuario, que permiten recordarle la necesidad de realizar actividades concretas en ciertos momentos, como determinadas gestiones o la toma de medicamentos, entre otras.

Según subraya el área social, este servicio permite mantener el mayor grado de autonomía e independencia del usuario, favorecer la permanencia e integración en su entorno familiar y social, evitando con ello situaciones de desarraigo e ingreso en residencias. También proporciona seguridad y atención inmediata en caso de emergencia y, además, constituye un medio de apoyo a las familias que asumen el cuidado de personas mayores.