El municipio de Candelaria cuenta desde ahora con un nuevo recurso para las personas en riesgo de exclusión social. Ayer se puso en marcha el centro distribuidor de alimentos, una iniciativa que surge de la colaboración entre la Fundación Candelaria Solidaria y Cáritas de Candelaria.

El alcalde de la Villa Mariana, José Gumersindo García, apunta que "aunque desde hace tiempo se viene prestando este servicio, las necesidades y nuevas demandas han hecho necesario poner en marcha esta nueva instalación".

"Con anterioridad existían recursos similares, pero el aumento del número de personas que necesitan ayuda hizo necesario buscar alternativas para que con los mismos recursos se consiguieran más alimentos, de ahí que se haya abierto este centro al que llevan sus alimentos tanto empresas como particulares o el propio ayuntamiento", añade el mandatario candelariero.

Por su parte, el prior de la Basílica de Candelaria y responsable de Cáritas en el municipio, Jesús Mendoza, recuerda que "cuando llegué aquí, se trabajaba por los pobres según los colores políticos. Sin embargo, vimos que se podía trabajar conjuntamente y sin colores, con lo que hemos aunado nuestros esfuerzos en beneficio de aquellos que lo necesitan y que desde ahora cuentan con este nuevo centro distribuidor de alimentos, sin olvidar el comedor que se puso en funcionamiento hace un tiempo y que, quizá, según la demanda, sea preciso ampliar en un futuro".

"Está claro que lo importante es la persona necesitada, sin tener en cuenta a quien vota o si da un donativo a la iglesia. Por eso, vamos dando los pasos necesarios y lo relevante no es lo mucho ni lo poco, sino lo que se pueda ir dando, porque se está generando una solidaridad especial en este mundo de pobreza, lo que demuestra que la gente tiene ganas de ayudar a los demás y está realizando un esfuerzo que ahora podrá llevar a cabo a través de este banco de alimentos al que podrá traer un donativo".

Por último, la concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Candelaria, Olivia Pérez, explica que "se calcula que atenderemos a una media de más de 200 unidades familiares. Un trabajador social será el encargado de evaluar las necesidades de cada familia y señalará la frecuencia y cantidad de alimentos que deben percibir atendiendo a sus circunstancias personales, de tal manera que el reparto que se haga de alimentos sea lo más equilibrado posible".

"Tenemos un gran problema porque pese a que ha aumentado el número de ayudas, también tenemos más necesitados. Además, el perfil de la persona necesitada ha cambiado, antes respondía más a personas mayores y madres solteras y ahora son muchas las familias de clase media que precisan de servicios como éste", concluye Pérez.

El centro distribuidor de alimentos se encuentra situado en un local municipal frente al antiguo ayuntamiento, habilitado con estanterías y frigoríficos para mantener los alimentos.