El Complejo Medioambiental de Arico, conocido popularmente como el vertedero (aunque a nadie se le escapa que actualmente es mucho más que eso), alberga en su interior una serie de instalaciones semidesconocidas entre las que cabe destacar por su importancia para la eficiencia del sistema energético de la Isla la planta de desgasificación.

Esta infraestructura se encarga de aprovechar el biogás que generan los residuos orgánicos presentes en las tres celdas de vertido del complejo para producir energía eléctrica mediante una serie de turbinas y revertirla a la línea eléctrica general. La planta de extracción de biogás entró en funcionamiento a pleno rendimiento en junio de 2008 y su ficha financiera se elevó a los 453.000 euros. Desde entonces ha producido más de 6 millones de kilovatios, a razón de 1,2 megavatios a la hora, lo que equivale al suministro necesario para abastecer a 600 viviendas, y actualmente cuenta con dos motores, número que puede ascender hasta seis gracias a la composición modular de la planta, que permite instalar más motores según sea la generación de biogás.

En una visita a los más de dos millones de metros cuadrados del Complejo Medioambiental realizada por el consejero insular de Medio Ambiente, Wladimiro Rodríguez Brito, acompañado del jefe de la planta de biogás, Dionisio Estévez, y la técnico en gestión de residuos, Argentina Oliva, destacó la necesidad de una gestión más sostenible de los residuos, empleando la reducción y la reutilización de forma previa al reciclaje del producto, algo que ya contempla el Plan Territorial Especial de Residuos de Tenerife, y del que la planta de biogás forma un pilar importante.

Este documento, aprobado recientemente por el Cabildo de Tenerife, prevé la instalación de seis empresas recicladoras, el máximo aprovechamiento posible de las diferentes fracciones de residuos generados y la instalación de 18 puntos limpios a lo largo de la geografía insular entre otras acciones.

Los números que maneja la técnico en gestión de residuos, Argentina Oliva, no ofrecen lugar a dudas: el Complejo cuenta con tres celdas de vertido (dos de ellas completamente selladas) y espacio para otras dos que, al ritmo actual (el vertedero recibe diariamente más de 1,5 millones de kilogramos de residuos), estarán completamente colmatadas dentro de 15 años. Sin embargo, el Cabildo no contempla, en ningún caso, otra ampliación del Complejo Medioambiental (como la ocurrida en 2002), de ahí la importancia de poner en marcha estrategias que fomenten el reciclaje y el aprovechamiento de los residuos, entre los que se encuentra la planta de biogás o la polémica incineradora o planta de valorización energética para aquel porcentaje de residuos que no pueda ser reciclado.

Por su parte, el responsable de la planta, Dionisio Estévez, detalló que el método empleado permite que, a través de esa vía, se capture el biogás que se genera en el interior del vertedero y sea trasladado a una antorcha mediante la que se produce su combustión de una forma controlada.

Esta instalación incluye una central de extracción y control, que dispone de un sistema de recepción de las señales de las estaciones anteriores. A ello se añade una antorcha para la combustión controlada y una red de conducciones de biogás para su transporte desde los pozos y a través del conjunto de la instalación. Todo ello para convertir los residuos en recursos.