FIELES a lo que anunciamos en nuestro comentario de ayer, hoy empezamos este editorial con usted, don Paulino. No se deje engatusar, señor Rivero, por que don Zapatero le haya pasado la mano por el lomo como quien acaricia a un caniche. ¿Le ha sugerido usted al presidente del Gobierno de España que el pueblo canario quiere su independencia y tiene que dársela? ¿También saben esto los Reyes que hasta hoy han sido soberanos de estas Islas? ¿Tiene usted en mente que en las posesiones francesas de ultramar, que no quieren seguir dependiendo de la nación europea que las coloniza, ha habido revueltas porque el Gobierno de la Metrópoli no atiende sus peticiones? ¿Por qué lo chulea a usted José Luis Rodríguez Zapatero? ¿Por qué el presidente de la Metrópoli que nos sojuzga chulea a los canarios? ¿Es que los canarios somos prostitutas que hemos de entregarle al macarra la recaudación del día, a cambio de que nos conceda sus favores? ¿Nos estamos extralimitando, doña Isabel de Luis? ¿Nos va a enviar usted otra recomendación sobre el uso inadecuado del lenguaje sexista? Desconocemos sus intenciones, aunque tampoco nos importan. Sus normas no pueden coartar la libertad de expresión. Usted pretende decirnos hasta la forma en que debemos titular las noticias. Ni en los peores tiempos del franquismo, señora De Luis.

DON PAULINO: Rodríguez Zapatero es presidente de la nación española. Usted puede serlo de la nación canaria. Usted puede ser el primer presidente de la República Federal de Canarias, aunque sea de forma provisional. No lo estamos estimulando con un cargo que todavía no podemos concederle, pero sí lo animamos a que dé el paso necesario y se ponga al frente de quienes ansiamos la soberanía de esta tierra, que cada vez somos más. Junto a usted tendrá a personas leales y de reconocidísimo prestigio y grandes miras, como son José Luis Concepción, presidente del Movimiento Patriótico, y Antonio Cubillo, líder indiscutible de la lucha de estas islas para conseguir su liberación nacional. Don Paulino, ¿saben ya Sus Majestades los Reyes de España que antes de que acabe el año 2010 debe estar concluido el proceso de descolonización del Archipiélago? ¿Lo sabe también don José Luis Rodríguez Zapatero? Haga usted felices a los canarios, don Paulino, convirtiéndolos en ciudadanos soberanos de sí mismos, dignos y libres. Y aunque suene a himnos pasados -o a simbología caduca-, recuerde que lo mejor que le puede ocurrir a Canarias es convertirse en una confederación de siete estados. Canarias está llamada a ser una, grande y libre. Una nación unida una vez que la tercera isla pierda el "gran" que nos divide, grande por su riqueza y libre porque la libertad es un don de Dios que imprime dignidad a quienes lo poseen. ¿Es que preferimos seguir siendo súbditos españoles de baja categoría? ¿Estamos dispuestos a continuar como esclavos de los peninsulares?

ENTRAMOS en la esencia de nuestro editorial de hoy: Marruecos. El gráfico que publicamos en esta misma página está bien claro y resulta sumamente definitorio. Políticamente, porque lo dice la Constitución española ?que es un simple papel y no las Tablas de la Ley que Dios le entregó a Moisés en el Sinaí?, somos españoles. ¡Qué ironía! Españoles a 2.000 kilómetros de distancia. Indígenas a 2.000 kilómetros de alcanzar esa categoría. En realidad, no somos españoles. Geográfica y prácticamente somos marroquíes porque estamos en el mismo continente que Marruecos y en sus aguas. Según lo establecido en el Derecho Marítimo Internacional, concretamente en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del mar, abierta a su firma por los estados en Montego Bay, Jamaica, el 10 de diciembre de 1982, cualquier país tiene en su Zona Económica Exclusiva (ZEE) derechos de soberanía para los fines de exploración y explotación, conservación y administración de los recursos naturales, tanto vivos como no vivos de las aguas suprayacentes al lecho y del lecho y el subsuelo del mar, así como a otras actividades con miras a la exploración y explotación económica de la zona, como es la producción de energía derivada del agua de las corrientes y de los vientos. También tiene jurisdicción y derechos para establecer y utilizar islas artificiales, realizar investigaciones y proteger y preservar el medio marino entre otras atribuciones. Todo eso puede hacerlo Marruecos a doce millas de distancia de cualquiera de nuestras islas. Por lo tanto, cuando Marruecos lo considere oportuno, dejamos de ser súbditos de don Juan Carlos para serlo de Mohamed VI. Y esto a pesar de que nosotros no queremos ser súbditos de ningún monarca ?seis siglos de esclavitud son suficientes?, sino ciudadanos de una república federal con su propia Constitución, con bandera y asiento en los foros internacionales.

EL ASUNTO de Marruecos preocupa mucho. Juan Jesús Ayala, presidente del PNC en Tenerife, reflejaba esa inquietud en el artículo publicado por EL DÍA el pasado jueves, titulado "Los enclaves norteafricanos: Ceuta y Melilla". Antes de entrar en el contenido de su reflexión nos preguntamos si es lo mismo Ceuta y Melilla que Gibraltar. Sin duda, sí. España deberá perder Ceuta y Melilla para recuperar Gibraltar. África empieza en Marruecos, y ambas ciudades, hoy españolas, están en Marruecos al margen de razones históricas. Lo señala Juan Jesús Ayala en un párrafo magistral: "Marruecos ahí está, España también, y en el centro, como nexo geográfico, los enclaves. La solución no es fácil. Tendrá que ser el entendimiento de muchas cuestiones, no sólo de la historia sino también del futuro del norte de África, para que Marruecos, en ese afán de "occidentalizarse", sea capaz de llegar por medio de la palabra a un acuerdo con España que logre la tranquilidad que el tiempo hasta este momento no ha concedido a dos enclaves norteafricanos instalados en la incomodidad y en la incertidumbre".

COMO siempre en sus reflexiones, y salvo en momentos de luz y claridad, Juan Jesús Ayala sigue siendo algo críptico. Sin embargo, en el citado artículo incluye un párrafo que no tiene desperdicio: "En la hoja de ruta de Marruecos están trazadas sus exigencias territoriales y no desde ahora sino, como hemos reseñado, desde hace tiempo. Marruecos tiene su historia y los demás la suya. No tiene prisa porque forma parte de su cultura, pero su calma y paciencia no deben traducirse en olvido de sus exigencias. Y es sabido que una vez cubierta esa etapa no se quedará ahí, sino que cerca, muy cerca de nosotros, llegarán las ínfulas de sus pretensiones. Así de claro". Desde luego que sí, añadimos por nuestra parte.

Cabo Verde es una nación archipielágica que pertenece geográficamente al mismo continente al que está vinculado por motivos políticos. Canarias pertenece geográficamente a ese mismo continente, pero está colonizada por una nación enclavada en otro distante. Nada menos que a 2.000 kilómetros de distancia. ¡Qué disparate! Esa es la principal razón de que Canarias no tenga derecho alguno a disponer de aguas jurisdiccionales. ¿Por qué seguimos jugando a la mentira? El caso de Baleares es distinto, pues esas islas sí que están dentro de las aguas jurisdiccionales españolas. Pese a ello, quieren independizarse.

¿PIENSA ESPAÑA que Canarias seguirá siendo de su propiedad? ¿Cree que seguiremos estando al servicio de los déspotas y despreciativos españoles y dirigentes peninsulares otros 600 años? Despertemos de una vez. Esto es una colonia por la fuerza de las armas de las tropas regulares y mercenarias de Castilla, que masacraron a un pueblo con estructura familiar y social. Un pueblo pacífico que no tenía medios para defenderse de unos crueles invasores. No lo olvidemos. Que no lo olviden tampoco los despreciables amantes de la españolidad de estas Islas, los nacionalistas tibios y los canarios traidores a su tierra que se deleitan besando las botas de los amos que los esclavizan.