Siete familias de La Ladera de San Andrés verán cómo después de treinta años sin suministro de agua potable podrán disponer del mismo la próxima semana gracias a la ejecución de unas obras llevadas a cabo por Emmasa y cuyo coste ha sido de 60.000 euros.

El pasado año, los técnicos de la citada empresa elaboraron un proyecto que se puso en marcha hace dos meses y que culminará tras la instalación y conexión de los contadores en cada una de las viviendas. Los vecinos se muestran satisfechos, ya que ya no tendrán que hacer uso de unos motores y de mangueras para poder llenar los bidones con los que abastecerse de agua potable. Poner una lavadora, fregar o ducharse va a convertirse en muy poco tiempo en algo cotidiano y que no conlleve levantarse de madrugada para comenzar a rellenar los depósitos o estar pendientes de que no falte agua almacenada.

Araceli Rodríguez, una vecina del lugar, comentó que "prefiero vivir en mi casa, aunque no tenga agua, que en otro lugar. Me levanto de madrugada a llenar los bidones gracias a un motor, pero tenemos lavadoras y todo lo necesario". La AAVV El Pescador ha sido una de las impulsoras de esta mejora. La obra consiste en instalar dos bombas -una de repuesto- en el depósito de Emmasa para hacer llegar el agua a las casas, ya que las viviendas están construidas en una cota más alta.