La festividad litúrgica de Nuestra Señora de Candelaria, Patrona General de Canarias, de este año será recordada por coincidir con el 50 aniversario de la terminación de la Basílica, hecho que ha servido para resaltar la importancia que tiene la Morenita no sólo en lo espiritual, sino en lo práctico (es el reclamo fundamental de la Villa), tanto entre los canarios de aquí y de otros lares como en hasta 1.092 lugares del mundo, incluido el municipio que la acoge.

El 2 de febrero es fiesta en Tenerife y ayer la Villa Mariana volvió a convertirse en el punto de encuentro de miles (las fuentes oficiales hablan de unas 8.000 personas) de fieles, de devotos y de excursionistas que acuden para agradecer, pedir, rogar y suplicar, sobre todo en tiempos de crisis. De hecho, el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, no obvió esta circunstancia en su homilía: "No es malo acudir a Dios cuando estamos en apuros; es bueno". Pero la fe no es sólo para los momentos de "apuros", añadió. "Hemos de tener presente a Dios todos los días, aunque las cosas nos vayan bien, puesto que un corazón saneado sólo nos lo puede dar Dios".

Para el obispo, el problema de la crisis no es sólo económico, también lo es de valores. "No detectamos la cantidad de tramposos que han jugado con la economía de todos y nos venden lo que no tienen. Los problemas estructurales del mundo no se resolverán si no cambian los corazones".

En ese marco, Bernardo Álvarez se dirigió a la clase política a la que deseó "inteligencia y acierto", mientras que para el común de los mortales rogó a Dios que "nos dé fortaleza y ayuda para vivir más austeramente, con moderación en el consumo, preocupados de atender al que lo necesita, velando por el planeta".

La de ayer fue una jornada marcada por la tradición: misas a primera hora, procesión cívica del traslado del escudo del municipio desde la Casa Consistorial hasta la Basílica y solemne concelebración eucarística presidida por el obispo. A su término, miles de personas participaron en la procesión de la imagen de la Patrona del Archipiélago alrededor de la plaza que lleva su nombre. En el momento en que la Virgen iba a acceder al templo, 3 cazas F-18 del Escuadrón 462 que opera en la base de Gando sobrevolaron el cielo de Candelaria por primera vez con este motivo. Fue un momento espectacular.

No faltó, como nunca lo ha hecho desde que accedió al cargo, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ni el del Cabildo, Ricardo Melchior, ambos acompañados por miembros de sus respectivos ejecutivos, así como el alcalde de Candelaria, José Gumersindo García, y sus compañeros de gobierno y de corporación. Otros regidores municipales de la Isla, además de una nutrida representación de autoridades políticas, judiciales, militares, religiosas, cuerpo consular, Guardia Civil y Policía Local completaron la representación de administraciones y órganos oficiales en la fiesta de la Patrona del Archipiélago.

Jesús Mendoza

Pero el día de la festividad litúrgica de la Virgen de Candelaria tuvo una ausencia notable a la que también aludió el obispo durante su salutación: no estuvo el prior de la Basílica, el padre Jesús Mendoza. De los 50 años que tiene el primer templo mariano de Canarias, Mendoza lleva en él 23. Todos, autoridades y fieles, así como el común de los vecinos de la Villa Mariana, aluden a él como una "persona especial y fundamental" en la historia contemporánea del municipio. Ayer no pudo postrarse a los pies de su Madre porque está convaleciente en el Hospital que lleva el mismo nombre que la Patrona, a la que sí volvió a ver un día antes.

La conmemoración del medio siglo de la consagración de la Basílica de Candelaria ha sido la efeméride que ha marcado la fiesta de febrero. La presencia del nuncio de Su Santidad el Papa en España, Manuel Monteiro de Castro, emuló lo ocurrido hace medio siglo, cuando otro nuncio, Hildebrando Antoniutti, bendijo el templo que este año espera obtener el reconocimiento eclesiástico formal como Basílica Menor, ya que es una catalogación religiosa de la que aún carece. Bernardo Álvarez anunció recientemente el inicio de los trámites oportunos ante la Santa Sede para que en la próxima fiesta de la Virgen, la del 15 de agosto, la Basílica disponga de ese nombre con todo su derecho.

Pero el momento más emotivo, tal vez, de cuantos se han vivido durante los dos últimos días fue el estreno mundial de la "Misa para la Conmemoración", obra musical compuesta por el candelariero Emilio Coello, que sonó espectacularmente en la Basílica de Candelaria en las voces y la música que interpretaron más de 150 personas a las que dirigió el autor.

Como dato para la historia, ayer, y con motivo de la celebración del cincuentenario de la terminación del templo mariano y en colaboración con Correos, fue emitido un sello conmemorativo de dicha efeméride.