Los transgresores trajes masculinos que la firma Alexander McQueen presentó en Londres fueron lo más celebrado por los medios británicos de la London Collections:Men, que ayer concluyó su segunda edición.

La capital británica buscó desviar la atención de Milán como punto de encuentro de la moda masculina para mostrar desde el lunes una amalgama de tradición e innovación, de marcas muy conocidas y con mucha historia, como Hardy Amies, y de jóvenes principiantes ansiosos por entrar en el circuito, como Lou Dalton.

De todos ellos, los diseños de Alexander McQueen, firmados por Sarah Burton, siempre desafiantes y con un punto de oscuridad, son los que han maravillado en mayor medida al público y a la prensa, que acudió desde 45 países distintos para cubrir el evento.

Un total de 28 diseños formaron parte de la colección otoño-invierno que, próximamente, se podrá conseguir en la tienda que la marca abrió el pasado octubre en Savile Row, precisamente donde Alexander Lee McQueen comenzó su brillante carrera como aprendiz.

La firma del recordado y admirado "enfant terrible" de la moda, fallecido en 2010, había presentado desde 2004 sus diseños para hombre en la pasarela milanesa de la que se despidió en su última edición para trasladarse a su hogar natural, Londres, donde ayer presentó su última colección.

Así lo entiende el diario británico "Financial Times", que aseguró ayer que la ciudad del norte de Italia "no sacaba siempre la mejor cara de la marca" pues la ropa de McQueen parecía a veces "remilgada". Sin embargo, el prestigioso rotativo tilda de "excepcionales" algunas de las piezas diseñadas por Burton que, en la línea que inauguró su predecesor, suponen una subversión de los clásicos trajes masculinos típicos de sus colegas de la conocida como calle de los sastres, Savile Row.

"Parece correcto centrarnos en Savile Row en nuestro primer desfile en Londres. La colección se nutre de la tradición de la sastrería y de referencias del estilo inglés", señaló Burton.

La modista británica jugó a la transgresión valiéndose de rayas verticales u oblicuas, estampados geométricos o caleidoscópicos, y del rojo, negro y gris como colores protagonistas de unos diseños que se exhibieron en un edificio victoriano del centro de Londres conocido como The Farmiloe Building.

El protagonismo de la semana de la moda masculina de Londres, que comenzó el lunes, no recayó solo sobre esta firma, sino que también contó con otros grandes nombres, como el de la veterana diseñadora "punk" Vivienne Westwood, de 71 años.

Harrods fue el lugar elegido por la diseñadora, gran simpatizante del informático y fundador de Wikileaks Julian Assange, para mostrar una pequeña selección de los trajes que forman parte de su colección para la próxima temporada de otoño-invierno.