Eleuterio Sánchez fue durante muchos años “El Lute”, la encarnación del delincuente marginal en la última década de la España franquista, el enemigo público número 1. Se hizo especialmente célebre por sus fugas; protagonizó dos que le situaron en todas las portadas.
Puso a España en alerta, fue el más buscado, el más temido. Cuando en 1981 recibió el indulto, había pasado 18 años en prisión. Entre rejas se entregó a la
formación, a la cultura. Entró en la cárcel analfabeto y salió con estudios superiores. El temible y huidizo delincuente se transformó en otro icono: un amante de la libertad redimido por la cultura. Hoy Eleuterio Sánchez vive serenamente libre. Lee, escribe, escucha música clásica, disfruta de la naturaleza. Una vida normal; la que siempre persiguió. Tres libros autobiográficos quedan como testamento de un pasado excesivo, a su pesar.