Los principales partidos políticos coinciden en que la industria española del videojuego es un sector innovador que han de impulsar desde las administraciones públicas, si bien Podemos, PSOE y Ciudadanos han criticado que haya recibido pocas atenciones por parte del Gobierno.

Representantes de las cuatro principales formaciones políticas del Parlamento han debatido hoy, con motivo de la presentación del "Libro blanco del desarrollo español de videojuegos 2016", acerca de las debilidades, fortalezas y necesidades de este sector, que emplea en España a más de 4.400 personas.

Partido Popular, PSOE, Podemos y Ciudadanos están de acuerdo en que es una industria que genera empleo de calidad (casi el 60 % de sus contratos son indefinidos), su innovación contribuye a la productividad del país y añade valor a otros sectores como la educación y la sanidad.

También consideran que es necesario ayudar desde las instituciones públicas a crear un ecosistema fuerte del videojuego, desde el punto de vista legal y material, ya que el tejido empresarial está formado por muchas empresas pequeñas, concentradas en Madrid y Barcelona, y sus ingresos están atomizados (el 52 % de la facturación total cae en el 1 % de las empresas).

A juicio de los portavoces de Podemos, PSOE y Ciudadanos, esta industria ha recibido muy pocas atenciones desde el Gobierno, algo en lo que el diputado popular Teodoro García no está de acuerdo.

Si el secretario federal de Cultura y Movimientos Sociales del PSOE, Iban García, ha criticado que esta industria "prácticamente no ha recibido atención por parte de las autoridades públicas", la portavoz de Cultura de Podemos en la Asamblea de Madrid, Jazmín Beirak, ha lamentado que la apuesta por este sector haya sido de "grado 0" y que "las prioridades de hacer dinero rápido han sido otras".

"Han sido muchas décadas de trabajo de guerrilla y resistencia para hacerse valer. Ha llegado el momento de ponerle el foco de una vez", ha destacado Beirak.

Para el portavoz de Ciudadanos en la comisión de Cultura del Congreso, Féliz Álvarez, se trata de una "industria puntera" que necesita que "la tomen en serio".

Por su parte, el diputado popular ha presumido de que el ejecutivo de Mariano Rajoy aprobó en 2014 unas ayudas al sector por valor de 38,5 millones de euros, aunque ha reconocido que la industria afronta varios problemas, entre ellos el de crecimiento de las pymes, y ha alegado que la imposibilidad de formar gobierno paraliza iniciativas de nuevas ayudas.

El grupo socialista en el Congreso presentó en julio una proposición no de ley para el establecimiento de incentivos fiscales para el desarrollo de videojuegos y la captación de proyectos internacionales, así como la constitución de una mesa permanente para la creación de un Plan Integral de apoyo al sector.

Ciudadanos hará lo propio en los próximos días, según Álvarez.

Estas iniciativas siguen los pasos de la Asamblea de Madrid, que aprobó en verano por unanimidad una proposición no de ley para instar al gobierno de la Comunidad a potenciar la industria del videojuego para convertirlo en un sector "estratégico" para el desarrollo económico de la región.

Los políticos consideran que esta maniobra es un primer paso que podría replicarse a nivel nacional, si bien sus planteamientos de acercamiento al sector del videojuego difieren, pese a que todos contemplan medidas de fiscalidad y ayudas directas, de potenciación de la internacionalización, de unificación de criterios de las administraciones y la necesidad de que el sector sea un ecosistema cohesionado.

"La lucha individual no tiene ningún sentido. Es necesaria la unidad de acción canalizada de forma efectiva", ha dicho Beirak.

Si Podemos, PP y Ciudadanos defienden que se iguale la fiscalidad del videojuego a la del sector audiovisual, el portavoz socialista ha pedido mayor ambición ya que éste "está hecho un desastre".