El portavoz de la Coordinadora Insular de Sí se Puede en Tenerife, Esteban Lorenzo, ha afirmado este jueves que la isla aún espera por la ejecución de las depuradoras de Santiago del Teide-Guía de Isora (del oeste), Granadilla y Arona este-San Miguel.

Lorenzo asegura en una nota que "la parálisis de los proyectos mantiene una situación insostenible para el medio ambiente, para la salud pública y para la economía de los municipios turísticos del sur", y apunta que las más que posibles sanciones de la Unión Europea por incumplimientos de las directivas comunitarias pueden tener un "impacto indeseado" en los municipios afectados.

"La realidad es que las depuradoras del oeste y Granadilla solo han avanzado en la reserva de suelo para la ejecución de las obras, mientras que el proyecto de saneamiento Subsistema de Arona Este-San Miguel sigue paralizado", subraya el portavoz.

Sí se puede interpuso en 2015 ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Canarias una denuncia por responsabilidad penal por vertidos de aguas residuales sin depurar en el litoral de Adeje y Arona, que se ejecutan "impunemente" desde hace más de seis años, según señala el texto de la denuncia, y afectan a los sistemas naturales protegidos por la declaración de Zona Especial de Conservación Franja Marina Teno-Rasca, "con grave riesgo para la salud de las personas que acceden a ese litoral para realizar actividades deportivas o de baño".

La formación ecosocialista señala que los vertidos incumplen gravemente la ley porque obliga a depurar las aguas residuales previas a los vertidos en lugares que cuenten con más de 10.000 habitantes equivalentes.

En esa línea, expone que "la forma ilegal en que estos se están produciendo desde hace años está reconocida en el documento público titulado ''Último censo de vertidos desde tierra al mar en Canarias'', publicado por la consejería de Medio Ambiente del propio Gobierno autonómico, en el que además se deja constancia del mal estado de las instalaciones que encauzan los vertidos".

Igualmente, señala que documentos del Consejo Insular de Aguas de Tenerife reconocen de forma explícita que el agua residual que no es reutilizada en la agricultura tras su paso por la depuradora es enviada directamente al mar, sin tener en cuenta las obligaciones de carácter medioambiental.