La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife desestimó el recurso de apelación que interpuso Juan Gorrín, exalcalde de Santiago del Teide, contra los autos en los que la jueza Carmen Rosa del Pino, del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Arona, decidió seguir las diligencias previas por la vía del procedimiento abreviado por si hubiera un supuesto delito de prevaricación y otro de homicidio imprudente. Todo ello en el marco del llamado caso Los Guíos.

El 1 de noviembre de 2009, en torno a las 15:00 horas, se produjo el derrumbe parcial del talud de la playa de Los Guíos, en la localidad de Los Gigantes (Santiago del Teide), causando la muerte de dos mujeres, la ciudadana británica M.O., de 55 años, y la española Vanesa A.R., de 34. El 15 de abril de 2011 fue reabierta la playa, que tuvo que ser cerrada en dos ocasiones posteriores, la última del 5 al 8 de julio de 2014 por la presencia de dos grietas que ya existían, según determinaron los técnicos. El talud fue reparado a través de una obra que se acometió en dos fases.

Actualmente, siete años después de ocurrida esa tragedia, el regidor santiagués del momento está a la espera de conocer la fecha en la que tendrá lugar el juicio oral.

El tribunal, presidido por María Vega Álvarez, desestimó el recurso del acusado llegando a exponer que tanto la toma de una declaración complementaria como la incorporación de un delito nuevo como resultado de la misma "ha supuesto una mayor garantía para el imputado".

A Juan Gorrín Ramos se le atribuye que "en su condición de alcalde y, por ello, autoridad competente, omitió dictar una resolución en la que se acordara cerrar los accesos a la playa de Los Guíos tras el primer desprendimiento, que tuvo lugar el 2 de octubre de 2009". Para la Fiscalía, "el primer desprendimiento dejó pistas visibles que, por sus propias características y naturaleza, avisaban de que podía volverse a repetir". A su juicio, "los acusados, por lo tanto, eran perfectos sabedores por partida doble o, incluso, triple, alguno de ellos, del peligro que representaba dejar abierta la playa a bañistas y turistas".

Si bien el fiscal aseguró que "todos los informes que se elaboraron por quienes tuvieron ocasión de inspeccionar la zona coincidían en lo mismo: en que la pared era inestable", los investigados en el caso Los Guíos afirmaron que "las medidas estaban tomadas", aludiendo a las que se aconsejaron tras el desprendimiento del talud. "Son muchos los testigos presenciales que afirman que el día en que se produjo el fatal acontecimiento no se encontraba el balizamiento correctamente colocado".