Irma Esther Cañete, jubilada de 69 años de edad, recibió la notificación de una sanción económica impuesta por la Subdelegación de Gobierno por "obstruir el transporte público". Residente en la localidad de Guargacho, en la parte perteneciente al municipio de San Miguel de Abona, los hechos por las que le imponen la multa ocurrieron en San Isidro (Granadilla).

La afectada cuenta que se trasladó desde Santa Cruz de Tenerife en la línea 110 de Titsa y que al llegar a la parada de guaguas situada en el acceso a San Isidro tuvo dificultades para abandonar el vehículo. Afectada de movilidad reducida, solo puede bajar por la puerta delantera de la guagua "porque por atrás hay demasiada altura". El problema surgió "cuando tampoco pude bajarme por delante porque la guagua estaba parada lo suficientemente lejos de la acera como para que la altura fuera mayor que por detrás".

La situación empeoró cuando pidió seguir hasta el final de la ruta y el conductor le reclamó el abono del billete, a lo que ella se negó al considerar que ya había pagado el viaje y que el desplazamiento extra se debía a una causa ajena a su voluntad. La discrepancia entre pasajera y conductor se prolongó de forma que fue necesaria la intervención de efectivos de la Policía Local de Granadilla de Abona, "que fueron los que me ayudar a bajar de la guagua".

Mientras todo sucedía, Irma Cañete afirma que contactó con el 1-1-2 y con Titsa "sin que me dieran una solución". Además, y con posterioridad a lo ocurrido, se dirigió a la consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno del Canarias, Patricia Hernández, así como al presidente de la compañía de transporte público y del Cabildo, Carlos Alonso.

La sanción que le fue impuesta por estos hechos obedece a la denuncia que interpuso el conductor de la guagua.

La afectada entiende que deben arbitrarse medidas para que las personas con dificultades puedan utilizar la guagua "sin que tengan los problemas que hoy en día hay y sin que quienes prestan el servicio público no contribuyan a generar más inconvenientes".

La compañía responde a las demandas del usuario

Las quejas del transporte público en guagua desde el Sur de la Isla hacen especial hincapié en la atención al sector de población con dificultades de movilidad. La empresa Titsa ha explicado, en reiteradas ocasiones, que ha hecho un gran esfuerzo para renovar la flota y disponer de vehículos adaptados para trasladar a dicha población. Al tiempo, admite que pueden darse "casos puntales" en los que algunos pasajeros no verían satisfecha su demanda "por avería" de la rampa. En el caso de Irma Esther Cañete, la respuesta de la compañía fue la defensa de la actuación de su trabajador, según quedó de manifiesto.