A pesar de la advertencia de que volverán a encerrarse como medida de protesta y de reivindicación, a cinco días de que expiren los dos años iniciales del acuerdo firmado entre exvecinos de Cho Vito y las administraciones los afectados no han sido recibidos por el alcalde de Candelaria. Los afectados se plantean tomar medidas desde este mismo viernes.

Tomás González, el portavoz de este grupo de personas que residen en régimen de alquiler con la ayuda del ayuntamiento, se muestra convencido de que el acuerdo no expira el 30 de noviembre. Defiende que el documento perdurará mientras no se resuelva el problema con una vivienda social. Además, en el acuerdo se establecía que a los afectados de Cho Vito les construirían 11 casas en un solar emplazado por encima de donde se encontraba el poblado marinero.

El encierro sigue siendo la opción preferente para estas personas, si bien continúan "confiando y esperando" a que "haya una solución los próximos días".

Por parte de algunos miembros del gobierno municipal ya se ha indicado públicamente que dejarán de ayudar a dos de los cinco vecinos que se están beneficiando de un alquiler desde que el 16 de noviembre de 2012 fueron derribadas las últimas casas que había en Cho Vito.

La causa es que ambos disponen de recursos económicos y rechazaron la vivienda de protección oficial que les ofreció el Ayuntamiento de Candelaria.

"Seguiremos luchando y aplicaremos cuantas medidas sean necesarias para defender nuestro derecho", señaló Tomás González.