Varios centenares de personas asistieron ayer a la centenaria tradición de la fiesta de San Antonio Abad en Arona, que quedó deslucida por la lluvia y como consecuencia se redujo el recorrido casi a la mitad del trayecto inicial. El santo pasó por las calles de José Antonio Tavío, del Medio y Duque de la Torre. Es tiempo de bendecir a los animales, como ocurrirá hoy en Adeje con San Sebastián.

En esta edición se cumplen 70 años desde que esta festividad convertida en lúdica romería recibió su impulso definitivo, que ha permanecido hasta la actualidad.

En plena posguerra y en los años de "miseria", en 1944, coincidiendo con la creación de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de Arona se retomó definitivamente la tradición.

Pero al menos desde hace 200 años hay constancia de la celebración de San Antonio Abad como una de las festividades de referencia en Arona, como recoge el investigador Marcos Brito en su obra "Tradiciones festivas de Arona". Pero, a lo largo de su historia, ha tenido momentos de decadencia y de auge.

La solidez de la festividad vinculada a la agricultura y la ganadería tuvo sentido hasta los años 60, pues gran parte de la economía del municipio dependía hasta entonces del sector primario. La utilización de animales para las faenas del campo era fundamental y los grandes terratenientes eran conscientes de la importancia de tener una buena cabaña ganadera, así como de personas que supieran trabajar eficientemente con estos recursos. La romería de San Antonio Abad es la primera del Sur para los amantes de este tipo de celebraciones.

Siete grupos para siete carretas. Como es habitual, los miembros de cinco agrupaciones folclóricas del municipio, Escuela de Folclore de Arona, Amigos de Punta Rasca, Verodal, I''Gara y Parranda del Ron tocaron, cantaron y bailaron detrás de cada carreta que ofreció comida a los asistentes. En esta ocasión, los grupos invitados fueron un colectivo de El Hierro y la Parranda de Teseguite, que llegó desde Lanzarote. Y después de recorrer las calles "de toda la vida", como son la José Antonio Tavío, Domínguez Alfonso, La Luna y Duque de La Torre, llegaron hasta la plaza, donde homenajearon al santo con una pieza de su mejor repertorio.