El municipio tinerfeño de Arona se ha convertido en el primer destino de Europa y el segundo del Mundo para personas con movilidad reducida, gracias al Plan de Accesibilidad aronero, que esta semana celebrará su décimo aniversario.

La concejal de Turismo, Evelia Santos, ha destacado durante una rueda de prensa que Arona ha trabajado en la última década en un plan de actuación del litoral, lo que ha permitido que la Playa de las Vistas haya recibido la certificación de calidad AENOR.

La edil ha destacado que los diez años del plan han puesto de manifiesto "la sensibilidad que tiene este municipio turístico con las personas con discapacidad y movilidad reducida", lo que se ha traducido en que Arona sea el primer destino europeo para estas personas.

El presidente insular, Carlos Alonso, ha indicado que "queda mucho camino por recorrer" para conseguir un municipio que sea todavía más accesible, sobre lo que ha indicado que se trata de "una oportunidad de negocio" que repercute en la economía de la isla.

Francisco Niño, alcalde de Arona, ha comentado que el objetivo es que se pueda hablar de un "municipio sin barreras", no solo para personas con alguna discapacidad, sino para mujeres embarazadas o padres que quieren pasear con los carritos, que también tienen una movilidad reducida.

La vicepresidenta del Cabildo y consejera de Acción Social, Cristina Valido, ha señalado que se debe intentar que otros municipios de la isla copien el modelo de Arona para que sean más las localidades accesibles de la isla.

La concejal de Turismo ha recordado que Arona recibió, en 2009, el Premio Reina Sofía de Accesibilidad y forma parte de los 60 municipios y organismos que conforman la Red de Ciudades por la Accesibilidad REDCA-4ALL.

Con motivo del décimo aniversario del plan, Arona distinguirá esté miércoles a las once entidades que han trabajado y colaborado para hacer el municipio más accesible.

Cristina Valido ha destacado que los antecedentes de Arona como destino turístico accesible se remontan a 1957, cuando un grupo de jóvenes suecos con movilidad recucida llegaron al poblado marinero de Playa de Los Cristianos.