"Nos gustaría que la obra de la desaladora que se construye en la costa del municipio de Granadilla de Abona fuese más rápida, pero al ritmo en el que se desarrollan los trabajos será muy difícil que se termine en plazo", manifiesta el consejero insular de Aguas, Jesús Morales.

"La infraestructura tenía que ponerse en marcha este año. Sin embargo, la actuación se encuentra al 50% de ejecución y creemos que no estará antes de dos años", señala el responsable del Consejo Insular de Aguas (CIA).

De este modo, indica que dicha planta "sufrió importantes recortes presupuestarios el año pasado, este año se ha mantenido la inversión y tememos que el próximo año vuelva a ser recortada la financiación de la misma, por lo que nos llega de manera oficiosa".

La preocupación del consejero del CIA se agrava porque "si bien la desaladora ya va retrasada, cuyo presupuesto supera los 12.000.000 de euros, aún acumula más demora las obras complementarias" de esta estación.

"De hecho, todavía no se ha comenzado la construcción de las conducciones necesarias para abastecer a los núcleos de San Isidro y El Médano, las cuales se contemplan en esta primera fase y para lo que son necesarios 6.000.000 de euros", señala Morales.

Explica que "si las tuberías no están colocadas para cuando se acabe la citada infraestructura la misma de poco servirá porque no se podrá trasladar el agua".

El consejero añade que "una segunda fase" de la obra prevé que las canalizaciones lleguen hasta los municipios de Arico y Fasnia, concretamente a los barrios costeros de Tajao y Las Eras.

Morales, que indica que la desaladora de Granadilla de Abona está declarada como obra de Interés General por el Estado, que construye el Gobierno canario y que gestionará el CIA una vez se ponga en marcha, manifiesta que esta infraestructura es esencial para la comarca porque "mejorará la calidad del agua de abastecimiento que ahora tienen los núcleos" que se beneficiarán de su entrada en servicio.