El municipio de San Miguel de Abona ya cuenta con una ordenanza que regula la Venta Ambulante, aprobada inicialmente en el transcurso del último pleno celebrado en dicha Corporación local.

“La importancia que ha adquirido la venta ambulante en el sector de la distribución minorista exige la adopción de medidas tendentes a garantizar la realización de esta actividad en el marco de los principios que inspiran la regulación de la actividad comercial”, comenta el alcalde, Valentín González.

Con esta normativa municipal “tiene que prevalecer el respeto y garantía de los derechos de los consumidores, así como la racionalización de la oferta en función de la capacidad de consumo de la población y una ordenación de los usos de la vía pública”, añade el mandatario.

El centrista resalta que el número de autorizaciones será limitado "debido a la escasez de suelo público habilitado a tal efecto, así como que los permisos no tendrán carácter indefinido".

Además, establece que el procedimiento de selección garantizará "la imparcialidad y la publicidad adecuada del inicio, desarrollo y fin de procedimiento".

"Se pretende así establecer un régimen jurídico de la venta ambulante basado en las modalidades de esta venta, el procedimiento de concesión de la autorización, las condiciones para el ejercicio de la actividad fuera del establecimiento comercial, derechos y deberes de los prestadoras de la actividad y el régimen de inspección", expresa González.

En cuanto a las multas, las mismas oscilan entre los 100 y 3.000 euros, dependiendo de la gravedad del hecho cometido.