La reserva natural especial de Malpaís de Güímar sufre cada 7 de septiembre un deterioro importante como consecuencia del paso de los peregrinos que ascienden y descienden la Montaña Grande con motivo de la Bajada de la Virgen del Socorro. Aunque el tránsito por el punto más elevado de esta zona protegida no está autorizado, son miles (los cálculos oficiales aluden a más de 4.000) las personas que lo utilizan ese día llegando a registrarse casos en los que, incluso, lo hacen a caballo.

"Consideramos que la situación, desde el punto de vista ecológico, es muy grave para la seguridad de las personas que practican esta actividad", asegura el colectivo güimarero Tabona, que señala al Cabildo como administración responsable porque "no protege el paraje con motivo de la romería del Socorro" toda vez que los peregrinos "suben y bajan por la montaña y se internan en el Malpaís en vez de ir con la romería por el camino".

Entre las consecuencias de esta actividad se cita el ensanche del sendero, que en algunos puntos alcanza los dos metros cuando debería ser de 40 o 50 centímetros; el corrimiento del suelo; la compactación excesiva en algunos tramos, que impide el drenaje natural del suelo, hecho que ha provocado la formación de varias cañadas de escorrentías tras las lluvias; la erosión de la corona del cono y del interior del cráter por pisoteo, pérdida de vegetación y acumulación de arenas eólicas procedentes del impacto anterior; la pérdida y deterioro de la flora singular de este paraje, que es de una tasa de reposición muy baja, así como la acumulación de basura y desperdicios en la reserva.

La reserva natural especial del Malpaís de Güímar ocupa alrededor de 290 hectáreas, zona comprendida entre el Puertito de Güímar y el camino de El Socorro. La misma fue ampliada el 20 de diciembre de 2006 para garantizar su protección.