Las últimas declaraciones realizadas por la asociación de vecinos Almácigo sobre la situación del cementerio de Arona no han sentado nada bien en el seno del grupo de gobierno.

El campo santo, ubicado en las cercanías del casco urbano, "cuenta con nichos libres acordes con las defunciones y por eso hemos considerado que no es necesario su ampliación", manifiesta el portavoz del grupo de gobierno, Antonio Sosa, quien responde al presidente del citado colectivo vecinal, Valentín Mena.

"En la actualidad se dispone en el cementerio de 25 nichos vacíos", comenta el edil nacionalista, que considera que los mismos son suficientes para atender a un municipio que cuenta con unos 80.000 habitantes.

El concejal portavoz del gobierno resalta que, "además, hemos iniciado el procedimiento de caducidad de sepulcros" con el objetivo de "trasladar a difuntos a nichos de restos y eso nos permitirá contar con más de un centenar" de tumbas en un futuro cercano.

Antonio Sosa aclara que "respetamos escrupulosamente la normativa para proceder al traslado de fallecidos a los sepulcros de restos, con el correspondiente control administrativo".

De este modo, explica que "una vez transcurridos cinco años del fallecimiento se notifica a la familia del difunto que el alquiler ha finalizado y les damos tres opciones, que son la prórroga del nicho por otros cinco más, la concesión del mismo durante 75 años o bien su traslado a uno de restos".

"Si la familia no contesta o es imposible notificar es cuando comienza el expediente de caducidad, que se prolonga durante un cierto tiempo al tener que pasar por una serie de trámites administrativos", resalta.

Por todo ello, el nacionalista aronero considera que el presidente de la asociación Almácigo "ha llevado a cabo unas declaraciones bastante alegres y sin fundamento ninguno cuando se refiere a que los difuntos se están sacando antes de los cinco años".