Aprovechando la tregua que el mar concedió ayer a la mayoría de municipios que se vieron afectados desde principios de semana por la acción de las mareas vivas, en los enclaves del litoral del Sur de la Isla ya se hace balance de los daños, que en esta ocasión, salvo excepciones, se han concentrado en movimientos de piedra y arena en las playas y paseos cercanos.

En el enclave costero de Las Galletas, la zona más afectada del municipio turístico de Arona, una vez superado el susto inicial de las inundaciones del lunes, que fueron frenadas con el dique de contención que se realizó de manera urgente, la solución de futuro para estas crecidas anuales solo pasa, según fuentes municipales, por la ejecución del proyecto diseñado por Costas que consiste en la realización de un paseo marítimo, que incluye medidas con las que se puedan evitar estas inundaciones.

Además, en la costa aronera también se produjeron desplazamientos de arena en las playas más turísticas, como son el caso de El Camisón y Las Vistas, donde ayer ya era repuesta en su integridad.

En Arico, donde los daños no fueron de especial relevancia, la crecida del mar produjo el arrastre de piedras en zonas como Las Arenas, Tajao y Abades, mientras que en Las Maretas no solo se vio afectada la playa, sino varias vías cercanas a la misma.

Debido a los efectos de la pleamar, en Tajao se produjo un fenómeno curioso, sobre el que la corporación municipal llama la atención, ya que barranco adentro se pudo comprobar cómo un charco que llevaba años vacío se llenó con el agua del mar.

En el municipio de Fasnia, la principal preocupación se centra en la playa del Abrigo, donde, por una parte, el mar arrastró buena cantidad de los escombros ubicados en una esquina y volvió a afectar a los apartamentos Bahía. El alcalde de este municipio, Damián Pérez Viera, indicó ayer que la próxima semana mantendrá una reunión en Costas para abordar los nuevos daños que se han podido acarrear en la cimentación del inmueble, pues considera que la fuerza del mar de los últimos días "pudo haber afectado hundiéndola un poco más tras lo daños del año pasado".

Pérez Viera dijo que solicitará apoyo a la Dirección General tanto para esta infraestructura como para otros daños ocasionados en la zona de Los Roques, como el desprendimiento de piedras, así como la reparación del rompeolas de Las Eras, donde se desplazó parte de las piedras de sujeción y cuya playa perdió arena, que se amontonó en dunas.

En la costa de Granadilla no se produjeron problemas de especial relevancia, aunque por motivo del oleaje la principal preocupación se ha venido centrando en los últimos días en hacer que los usuarios de La Tejita cumplieran con la medidas de precaución y evitar que se adentrasen en el mar.

Por su parte, el Ayuntamiento de Güímar ya ha tomado las primeras medidas para paliar los daños ocasionados por el temporal de las mareas vivas, una combinación de mala mar de fondo junto a las altas pleamares que ocasiona la coincidencia de posición astronómica de la tierra, la luna nueva y el sol. En buena parte de las playas se produjeron importantes escorrentías en la arena, con traslado de piedras y basuras, pérdida de materiales de los paseos de madera y zonas de muros o rampas de acceso.

La pista da acceso a Las Bajas ha sido también socavada y arrasada y, por ello, el área de Obras y Servicios se ha volcado en eliminar los peligros. En Santa Lucía, en la comarca de Agache, donde en julio se produjo un desprendimiento, el mar socavó la carretera, que aún permanece cortada.