La desolación y la desesperanza embargan a los vecinos de Icor, así como de los núcleos cercanos al caserío, porque casi dos meses después de la manifestación llevada a cabo para reivindicar actuaciones de mejora todavía no se ha hecho "absolutamente nada".

"Nos sentimos más olvidados que nunca y las autoridades locales demuestran que no tienen ningún interés en recuperar y embellecer un enclave singular del municipio y con mucha historia, que incluso está declarado desde hace muchos años Bien de Interés Cultural (BIC)", manifiesta indignado el presidente de la asociación de vecinos, Germán Borges.

"El caserío está en un completo y absoluto estado de abandono y carece de todo tipo de servicios e infraestructuras. Hemos solicitado la creación de, al menos, una plaza pública, un local social, el asfaltado de calles y un parque infantil", resalta el responsable vecinal.

Borges explica que el desinterés del ayuntamiento por el caserío "es mucho más grande porque tenemos autorización del Cabildo de Tenerife para proceder al pintado y enfoscado de las viviendas, por lo que hemos solicitado ayuda al gobierno local para que colabore con la adquisición de la pintura, cemento y mortero para proceder a la rehabilitación de las casas. Pues bien, todavía hoy estamos esperando a que nos contesten si nos quieren apoyar".