Ayer se celebró el juicio correspondiente a la denuncia presentada por Antonio Rodríguez, trabajador municipal como conductor de la cuba utilizada para la limpieza de las calles de Santiago del Teide, contra el alcalde del municipio, Juan Gorrín, por amenazas e insultos proferidos, supuestamente, por el regente contra el empleado del consistorio.

Según declaró el denunciante, los supuestos hechos tuvieron lugar el viernes pasado cuando el alcalde le telefoneó y le habló en "un tono alterado e insultante", llegando a amenazarlo, si bien a preguntas de la jueza del Juzgado número 2 de Arona respondió que no tenía testigo alguno de tal conversación.

Al parecer, la reacción del alcalde podría deberse a que el trabajador municipal es uno de los denunciantes de una obra privada que se lleva a cabo en suelo rústico de la zona de La Caldera, señaló Antonio Rodríguez, quien también explicó que ese día (viernes), el encargado del ayuntamiento le comunicó que estaba despedido, "según le había ordenado el alcalde". Cuando el lunes se personó en la Casa Consistorial a recoger la liquidación correspondiente, el abogado del consistorio le informó de que no había tal despido.

El alcalde no respondió ayer a la llamada de este periódico.