La comarca de Abona podría perder aproximadamente un 50% de su producción vitivinícola, según los primeros estudios realizados por el Consejo Regulador Denominación de Origen Abona. Manuel Rodríguez, director técnico, explica que la ola de calor sufrida el pasado mes de julio, junto con las condiciones de final de primavera, "han afectado considerablemente a la viña. Se ha producido un corrimiento de la flor, es decir, la uva no llega a cuajar. Tras varias salidas de campo puedo afirmar que hay fincas totalmente destrozadas".

Sin embargo, Rodríguez quiso dejar claro que "no tiene nada que ver la calidad con la cantidad. Aunque tengamos muchas menos uvas en esta vendimia no quiere decir que nuestros vinos vayan a perder el prestigio que tienen. Los que han conseguido salvar la uva y todavía no la han recogido deberían refrescar la viña, no regarla, simplemente mantener la humedad. Cuando se producen altas temperaturas la planta no puede respirar y busca el agua del suelo, pero como no hay, tira del racimo y éste se quema", destaca.

Manuel Rodríguez también explica la importancia de que los agricultores cuenten con seguros que cubran las pérdidas. "Este año en nuestro Consejo Regulador hemos mantenido un buen nivel de aseguramiento. Hemos cubierto alrededor de un millón de kilos de uva. En los estudios, tras la ola de calor, nos hemos encontrado con muchos daños. Hay fincas que da pena verlas". Sobre los riesgos principales que sufren los viticultores afirma que "el viento y el calor son los principales enemigos de la viña. Estos factores deben estar cubiertos por el seguro al 100%. Este año pudimos ver además una finca totalmente arrasada por el granizo. Los agricultores deben concienciarse de que al estar una comarca asegurada, el dinero va para los que tienen seguro".