La juez de Violencia contra la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria ha dejado hoy en libertad sin ningún tipo de medida cautelar al cónsul honorario de Rusia en las islas, Gonzalo Parada, después de haber escuchado su versión sobre los delitos de malos tratos que le imputa su expareja.

Parada fue interrogado ayer por la Policía tras haber sido acusado por su expareja, una ciudadana rusa que trabaja para el Consulado como colaboradora autónoma, de diversos delitos de violencia machista (vejaciones habituales e intento de agresión física) y de amenazas (supuestas advertencias de aprovechar su cargo para dejarla sin trabajo y provocar su expulsión de España).

La magistrada, Auxiliadora Díaz, ha incoado diligencias previas ante la hipotética comisión de delitos de coacciones y vejaciones tras tomar declaración al denunciado y a su expareja, y ha citado para el próximo 9 de febrero a testigos propuestos por las partes, según ha indicado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) en una nota.

El cónsul honorario compareció de forma voluntaria a primera hora de la mañana (9.45 horas) en la Ciudad de la Justicia, pero su declaración se ha postergado hasta el principio de la tarde, porque la juez tenía dudas sobre si la representación que ostenta le otorgaba o no inmunidad diplomática, caso que le hubiera obligado a inhibirse en favor de la Sala de lo Penal del TSJC.

El representante ruso en Canarias, de 67 años, ha dicho que "es totalmente falso" que haya maltratado, agredido o amenazado a su excompañera, con la que ha señalado que no llegó nunca a convivir, y ha atribuido sus acusaciones a una represalia por las quejas que él envió a la Embajada sobre su actuación como colaboradora del Consulado.

El cónsul de Rusia ha negado además a los periodistas que llegara a ser detenido, versión que ha corroborado el portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Canarias tras su declaración, aunque en el atestado que recoge las diligencias que se practicaron ayer en Comisaría figura la expresión "se procede a su detención", según han confirmado a Efe fuentes de la Policía Nacional.

Parada ha señalado que la denuncia de su expareja, con la que tiene un hijo de 17 años, responde a un "montaje" y la orden de alejamiento solicitada, que no ha sido aceptada, a su intención de apartarle del Consulado.

Así mismo, el cónsul ha recalcado el hecho de que ante las graves acusaciones que ha vertido contra él, su la denunciante rechazara la orden de protección que se le ofreció y atención médica.

Ha explicado que su expareja organizó un viaje a Las Palmas de Gran Canaria de la delegada del Gobierno de Rusia para asuntos económicos sin que fuera informado.

El letrado de la presunta víctima, Eduardo López Mendoza, ha destacado que es "obvio" que las versiones ofrecidas por las dos partes en el juzgado han sido divergentes y que, por razones de "prudencia", la magistrada ha solicitado declaraciones de testigos con el fin de investigar más los hechos denunciados por su clienta.

López Mendoza ha añadido que a día de hoy no se han podido constatar hechos objetivos de violencia, sobre todo en los últimos meses, pues estos delitos ocurren "en la clandestinidad" y no suelen producirse ante terceros, por lo que se practicarán una serie de pruebas testificales.

En cuanto a la medida de alejamiento solicitada, el letrado ha dicho que la decisión de la jueza ha sido de no adoptar ninguna medida cautelar hasta que no se avance en la investigación.

En relación a la versión del cónsul, López Mendoza la ha tachado de "teoría conspiratoria" y ha señalado que no hay ningún indicio objetivo que la pruebe salvo discrepancias, aunque, ha apuntado que, de ser cierto que existiera, no se entiende cómo Parada ha permitido que su expareja siguiera trabajando en el Consulado.

López Mendoza además ha señalado que el cónsul ha reconocido que sí tuvo una relación de convivencia con su expareja, que quedó interrumpida.

Al respecto, Parada manifestó a los periodistas que conoció a la madre de su hijo hace años en Madrid y que nunca ha convivido con ella, salvo cuando el niño era pequeño que pasaban juntos en su casa los fines de semana, y que la expareja comenzó a trabajar con él en Consulado hace año y medio aproximadamente.