La Guardia Civil ha detenido a un vecino de Roquetas de Mar (Almería), de 51 años, al que le han sido intervenidos dos fusiles de asalto Kalashnikov AK 47, como presunto autor de un delito de depósito de armas de guerra y munición.

La Comandancia de Almería ha informado de que, además de estas dos armas, con culata retráctil sin marca ni número de fabricación, han sido intervenidos 12 cargadores aptos para estos fusiles, dos silenciadores acoplables; un arma corta simulada y un silenciador para un arma calibre 10 mm.

Asimismo, los agentes se han incautado de dos cargadores, uno para un arma calibre 10 mm y otro para un arma calibre 22 mm; 5 grilletes metálicos y cerca de 800 cartuchos, tanto para los fusiles localizados como para alimentar varias armas de fuego diferentes.

Todas las armas carecen de marca, modelo y punzones de fabricación, según ha precisado la Guardia Civil.

El detenido, que cuenta con numerosos antecedentes por delitos contra la salud pública, amenazas y coacciones, falsificación de documento y atentado a agente de la autoridad, tenía este arsenal oculto en su casa.

El hombre se encontraba huido de su domicilio cuando se realizaron los registros y fue localizado en Melilla.

Las armas incautadas están siendo estudiadas para averiguar su posible relación con algún hecho delictivo y la Guardia Civil mantiene la operación abierta para esclarecer el origen y el uso que se pretendía dar a este arsenal.

Según la Guardia Civil, el tráfico ilícito de este tipo de armas de guerra tiene origen variado, ya que suelen proceder del conflicto bélico de la antigua Yugoslavia o del mercado negro internacional en los países que tienen licencia para su fabricación.

"Este tipo de armas supone un riesgo elevado para la seguridad ciudadana en caso de caer en manos de organizaciones criminales, especialmente, en aquellas vinculadas al terrorismo internacional", ha señalado el instituto armado.