Miembros de la Policía Nacional detuvieron a nueve personas por su presunta implicación en el secuestro frustrado de dos hombres en noviembre del pasado año en Madrid por una supuesta deuda de 300.000 euros que las víctimas habían contraído con los principales investigados.

Los afectados habían acudido a un domicilio de la capital para supuestamente cerrar con los arrestados un negocio relacionado con la compraventa de oro, momento en el que los secuestradores aprovecharon para impedir su salida de la vivienda, según los datos ofrecidos en la jornada de ayer por la Policía Nacional.

Posteriormente, los dos hombres fueron obligados a entrar en una furgoneta que se dirigió a la zona norte de la Comunidad de Madrid, en cuyo trayecto uno de los secuestrados consiguió liberarse de sus ataduras y ambos saltaron en marcha del vehículo para huir de sus raptores.

Los agentes que asumieron el caso realizaron cuatro registros domiciliarios, tres en la capital y uno en Málaga, en los que intervinieron dos pistolas, otras tantas carabinas, un subfusil, más de 60.000 euros, documentación de una de las víctimas, una baliza GPS, cinta americana, una máquina para contar billetes, un vehículo y diversa munición.

Las gestiones realizadas por los funcionarios de la Policía Nacional determinaron que en los hechos habían participado nueve personas de forma coordinada.

Tres de los arrestados pertenecían a una organización criminal estable y el resto formaban parte de una facción itinerante y autónoma, encargada de realizar trabajos solo en momentos puntuales.

Ambos grupos tenían un nexo común, un hombre que era el encargado de reclutar a las personas necesarias para su actividad, según las gestiones efectuadas por los policías.

Las investigaciones llevaron a la identificación de la persona que alquiló la furgoneta para realizar el traslado de las víctimas así como del resto de participantes y la localización del vehículo que iba tras la misma para escoltarla.

Durante los últimos días de las pesquisas se observó que el principal investigado no vivía en Madrid pero realizaba viajes frecuentes a la capital.

Cuando tuvieron conocimiento de que iba a volver a desplazarse a Madrid, los policías nacionales activaron un dispositivo que culminó con su detención y horas más tarde fueron arrestados otros dos responsables de la organización en las proximidades del domicilio donde vivía uno de ellos en la capital.

En la segunda fase de la operación, desarrollada al día siguiente, fueron detenidos los demás participantes en los hechos en la localidad madrileña de Alcorcón, donde residen, según la Policía.