El jefe del equipo antidroga de la Guardia Civil de Segovia, el sargento primero M.Á. Barbero, ingresó en la prisión de Picassent (Valencia) el pasado viernes, tras haber sido detenido por el departamento de asuntos internos del propio Instituto Armado.

El jefe de la Comandancia de Segovia, teniente coronel José Luis Ramírez, confirmó el hecho y explicó que el arresto se produjo en el seno de un operativo antidroga.

Según Ramírez, la actuación del sargento primero "no coincide" con los estándares de la Benemérita, por lo que ha admitido que podría haber "cruzado la línea", aunque matizó que puede haber sido por un "exceso de celo".

El teniente coronel agregó que se debe dilucidar la posible relación del jefe de la unidad antidroga de Segovia con la organización a la que se investigaba en la mencionada operación. Ramírez apeló a la prudencia que marca un episodio que se encuentra bajo secreto sumarial.

A la detención contribuyeron los datos aportados por el Cuerpo Nacional de Policía, a partir de un operativo desarrollado semana atrás en Segovia, Toledo y Madrid. De hecho, fueron investigados y detenidos otros dos guardias civiles, aunque en este caso ajenos a la Comandancia segoviana.

El teniente coronel Ramírez se referió al sargento primero Barbero como un "profesional" que prestó "muchos y buenos" servicios. No en vano, como jefe de la unidad antidroga dirigió las investigaciones de las operaciones Parcero y Oriental-Gupy.

La primera de ellas finalizaba a principios de diciembre, con la desarticulación de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas en España y la detención de ocho personas, así como la intervención de material valorado en 1,2 millones.

La segunda, presentada a mediados de este mes, incluyó el arresto de seis personas de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas en todo el país.