Cada día en la Sala de Comunicaciones de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife, a través del número 092, se recibe una media de 200 llamadas telefónicas. Sin embargo, además de las cuestiones habituales, relativas a demandas de los ciudadanos sobre tráfico, reservados de estacionamientos, peticiones de información, alertas y avisos, hay días en que los operadores de este servicio tienen que ofrecer un "plus de profesionalidad".

Un buen ejemplo de este tipo de circunstancias ocurrió el pasado 21 de febrero, cuando desde la Sala de Comunicaciones se localizó y atendió, a través del teléfono, a una mujer que había huido de su domicilio tras haber ingerido una gran cantidad de medicamentos con el objetivo de quitarse la vida.

Una llamada del Centro Coordinador de Seguridad y Emergencias (Cecoes) alertaba a la Policía Local capitalina de la desaparición de una mujer de 38 años de su domicilio en el municipio de El Tanque.

Los datos eran aportados por la Policía Local norteña, que solicitaba colaboración puesto que se creía que podría estar en la capital de la Isla y no habían podido localizarla.

Desde la Sala de Comunicaciones, con los datos aportados en ese momento, se revisaron las redes sociales de esta mujer a efectos de encontrar datos y una imagen que facilitar a las patrullas del servicio operativo de la Policía Local de Santa Cruz.

Al mismo tiempo, y utilizando el número de teléfono móvil, que fue facilitado por la familia, se logró que la mujer atendiera la llamada, algo que no había hecho durante las horas posteriores a su desaparición.

Con mucha delicadeza, psicología y empatía se logró mantener una conversación relativamente fluida con la mujer, sonsacándole algunos datos que permitieran su localización.

Fruto de esta conversación, una profesional de la sala del 092 comprobó que su forma de hablar era lenta y pastosa. A la policía local que efectuó la llamada también le admitió que había ingerido medicamentos y llegó a facilitar las características y cantidad de los mismos. Esta última información fue comunicada de inmediato a la sala del 1-1-2 para que tuviera prevista la activación de una ambulancia.

Desde la Sala del 092 se logró saber que la mujer estaba en un establecimiento de la calle Castillo, por lo que se envió un coche radiopatrulla al lugar. Además, se usó la cámara de tráfico colocada en la confluencia con la calle Valentín Sanz, para determinar la ubicación de la víctima. Finalmente, gracias a que abandonó el local en el que se hallaba, fue localizada por los policías a pie de calle, que colaboraron en la asistencia que prestó una ambulancia desplazada al lugar y que evacuó a la mujer a un centro hospitalario.

Sensibilidad e inteligencia

En la intervención con muchos ciudadanos que sufren problemas de salud mental o discapacidad psíquica, cada vez resulta más importante que los agentes de los cuerpos de seguridad estén formados para saber atender y tranquilizar a personas que se hallan en situaciones límite. Y el personal del 092 demostró en este caso esa versatilidad que se requiere para resolver con eficacia un caso de este tipo.