Un tribunal del Jurado consideró ayer, por unanimidad, culpable de la muerte a golpes de la matriarca de los empresarios indios propietarios de la cadena Fund Grube a quien fue cocinero de distintos miembros de la familia durante más de 15 años.

Según manifestó su portavoz en la vista celebrada en la Audiencia de Las Palmas, el Jurado declaró probado que Ashoklal G.S., originario de la India, como la fallecida, tocó a la puerta del domicilio de la víctima, situada en el sur de Gran Canaria, a primera hora de la mañana del 4 de enero de 2013. Además, dada la declaración de un testigo y en base al hecho de que la puerta no fue forzada, el Jurado concluyó, por siete votos a favor y dos en contra, que la mujer, que en ese momento se encontraba sola en el domicilio, permitió entrar al acusado, quien le pidió poder comer y dormir en la vivienda, una propuesta a la que esta se negó ofreciéndole a cambio una ayuda económica.

El tribunal también estimó de forma unánime que la víctima, de 73 años, fue entonces a su dormitorio para buscar el dinero que le había prometido al imputado, para lo que se sentó en la cama y dejó a un lado el bastón que usaba para desplazarse por su casa.

En ese momento, Ashoklal G.S., "furioso por la negativa" de la mujer a darle cobijo y comida, "la agarró fuertemente por el cuello y, cogiendo el bastón por la parte inferior, le propinó con la empuñadura con gran fuerza tres golpes en la cabeza, dos en la región parietal y uno en la región frontal", hechos que avaló el jurado en virtud del informe pericial elaborado por el Instituto de Medicina Legal.

Con base en ese mismo informe, y con siete votos favorables y dos negativos, el tribunal concluyó que cuando el procesado agarró por el cuello y golpeó a la fallecida "lo hizo con la indudable intención de acabar con su vida", lo que ocurrió debido al traumatismo craneoencefálico con hemorragia intracraneal que le causó. De igual forma, el Jurado consideró de forma unánime que el imputado era consciente de la movilidad reducida que sufría la víctima, lo que impidió defenderse a la anciana, una circunstancia que "aprovechó para conseguir una mayor facilidad en la comisión del delito".

El Ministerio Fiscal corroboró su petición de una pena de 14 años de cárcel para el imputado.