Tres mineros que buscaban oro de forma clandestina han muerto tras pasar varios días atrapados en una mina abandonada en el oeste de Johannesburgo, informaron hoy medios locales.

La semana pasada, 15 mineros quedaron atrapados al producirse un incendio en la galería donde, posteriormente, otro grupo de mineros que bajó para rescatarles también quedó bloqueado bajo tierra.

El lunes, un primer grupo de 13 logró salir a la superficie, mientras que los servicios de emergencia rescataron a la primera víctima mortal.

Anoche, otros dos cadáveres fueron rescatados gracias a la ayuda de otros mineros y allegados que entraron en la mina a buscar a los siniestrados ante la "inacción" de los equipos profesionales de rescate, según denunciaron.

Los fallecidos, ambos ciudadanos de Zimbabue de 24 y 31 años, fueron recibidos con llantos y cánticos tradicionales en la superficie.

Según la comunidad de mineros, todos los supervivientes consiguieron salir por su propio pie y ya no queda nadie bajo tierra en esta mina de Langlaagte, en la que en 1886 se descubrió oro por primera vez.

Decenas de minas abandonadas en Johannesburgo y otros lugares de Sudáfrica son exploradas cada día por mineros clandestinos en busca de oro para venderlo en el mercado negro.

Las muertes por desprendimientos, incendios o falta de oxígeno son constantes en estas galerías, cuya explotación ya no es rentable para las grandes empresas.

Los mineros clandestinos en Sudáfrica provienen generalmente de países vecinos como Lesoto o Zimbabue y se agrupan en bandas según su nacionalidad.