El ginecólogo italiano Severino Antinori fue detenido hoy en Roma acusado de extraer óvulos a una mujer española de 24 años contra su voluntad durante una visita médica en Milán (norte de Italia), informaron a Efe fuentes policiales.

Antinori ha sido acusado del delito de hurto con el agravante de lesiones personales y ha sido sometido al arresto domiciliario a petición del juez para las investigaciones preliminares (GIP) de Milán (norte de Italia) y de la fiscal adjunta Nunzia Gatto.

También se le apartado de la profesión médica durante un año y dos "estrechas colaboradoras" del médico han recibido la prohibición de residir en Roma y Milán a causa "de los mismos delitos".

De acuerdo a las indagaciones, el suceso se produjo supuestamente el pasado mes de abril en la clínica milanesa Matris, donde Antinori, con la complicidad de algunas colaboradoras, extrajo algunos gametos a la mujer, que se estaba sometiendo a una terapia hormonal para curarse de un quiste ovárico.

La paciente, cuya identidad no ha trascendido, explicó a las autoridades que fue inmovilizada, anestesiada y obligada a someterse a dicha extracción, además de que después le sustrajeron el teléfono móvil para impedirla que solicitara auxilio.

Tras despertarse de la anestesia y aprovechando la distracción de las enfermeras de la clínica, logró conseguir un teléfono y llamar entre lágrimas al número de emergencia, explicaron las fuentes.

Los primeros en intervenir fueron los policías que, debido a que no hablaban español y no comprendían a la joven, la acompañaron al hotel en el que pernoctaba.

Todo "en un contexto caracterizado por un clima de hostilidad hacia los agentes por parte de Antinori y sus colaboradores".

Fue en el hotel donde la joven comenzó a sentirse mal, por lo que fue trasladada a la clínica Mangiagalli y las trabajadoras de la unidad Socorro de Violencia Sexual y el personal del centro "confirmaron la intervención de extracción de óvulos".

También constataron "un estado psicológico postrado por el tratamiento sufrido y por la angustia ante la posibilidad de que sus óvulos hubieran sido empleados en operaciones de fecundación asistida a favor de terceros".

La inspección médico-legal evidenció además "la presencia de marcas sobre el cuerpo compatibles con las maniobras de inmovilización para realizarle la anestesia forzada".

Tras el examen, la mujer declaró ante los carabineros del NAS y posteriormente ante los fiscales, para interponer formalmente una denuncia contra Antinori y el personal de la clínica Matris.

Antinori, de 71 años, es actualmente el Presidente de la Asociación Mundial de Medicina Reproductiva (WARM, por sus siglas en ingles) y dirige también la clínica Matris.

En su página de internet, la clínica se define como "el primer centro de reproducción asistida en Italia mediante tratamiento con gametos frescos" y con quince años de experiencia en procesos de procreación homóloga y heteróloga.

En este tiempo la clínica señala que ha ayudado a más de siete mil pacientes a tener un hijo, respetando "su seguridad, su privacidad y la calidad del servicio".