La Guardia Civil ha desarticulado una red de cultivo y tráfico de marihuana que utilizaba como tapadera un club de consumo de cannabis ubicado en el centro de Barcelona en una operación en la que ha detenido a catorce personas, informa este Cuerpo.

Los agentes han practicado nueve registros, cinco de ellos en plantaciones de marihuana en las localidades barcelonesas de Piera, Vallirana, Corbera de Llobregat y San Vicent de Horts en las que han descubierto cuatro mil plantas sembradas y más de 17.000 kilos de material.

En concreto, trescientas lámparas de calor, cuatrocientos transformadores, 150 ventiladores, sesenta humificadores, veinte aparatos de aire acondicionado y productos químicos para las plantaciones, cinco vehículos, discos duros y otros materiales informáticos y documentación relacionada con los hechos investigados, entre otros efectos.

En el conjunto de los registros se han intervenido además cien kilos de marihuana empaquetada.

Además, los agentes descubrieron en las plantaciones conexiones fraudulentas a la red de suministro eléctrico, modo de operar habitual en este tipo de cultivos debido al alto coste del consumo energético que requieren.

Según las primeras estimaciones, los detenidos podrían haber defraudado en el periodo de un año más de un millón de euros, por lo que igualmente se les atribuye delitos de defraudación de fluido eléctrico.

Se trata de la operación Keluz desarrollada en la provincia de Barcelona en las que han sido arrestados doce españoles, un rumano y un ucraniano como presuntos integrantes de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas mediante el cultivo de plantas de marihuana y a su comercialización utilizando para ello como tapadera un club de consumo de cannabis.

En la operación, que se ha prolongado durante quince meses, los investigadores comprobaron cómo el estupefaciente era trasladado desde las plantaciones al club por personas que adoptaban importantes medidas de seguridad, ya que vigilaban la posible presencia policial en el recorrido y en ocasiones llegaban a caracterizarse para pasar más desapercibidos.

Los guardias civiles encontraron cultivos realizados en el interior de naves y locales provistos de sistemas de riego, ventilación y lámparas de calor para acelerar el crecimiento de las plantas.

Utilizaban técnicas novedosas de alto rendimiento importadas principalmente de los Países Bajos con las que se pueden obtener hasta cuatro cultivos anuales.

La investigación, dirigida por un Juzgado de Barcelona, ha sido llevada a cabo por el Grupo de Drogas de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que ha contado con la colaboración de agentes de la Zona de Barcelona, los servicios Cinológico y Aéreo y el Grupo de Reserva y Seguridad del Cuerpo.