La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a once años de cárcel a Mihai A. por matar a un hombre a golpes con una tubería metálica, después de que el jurado popular encargado de juzgarle le considerara culpable de los hechos.

El otro acusado por los mismos hechos, Marín C., fue declarado no culpable por el mismo jurado popular, por lo que ha quedado exento de toda responsabilidad penal.

El tribunal ha considerado a Mihai A., de nacionalidad rumana, responsable de un delito de homicidio tras quedar probado en la vista oral que el día 25 de abril de 2014 acabó con la vida de Florín A., de 45 años.

Los hechos, según relató el Ministerio Público en su escrito de conclusiones provisionales, ocurrieron en una nave industrial de la localidad madrileña de Getafe.

Tras una fuerte discusión entre el acusado y la víctima, el primero golpeó al segundo repetidas veces en la cabeza con una tubería metálica de 130 centímetros de longitud y 4 centímetros de grosor, hasta matarle por destrucción masiva del cerebro.

Tras el homicidio, el acusado escondió la tubería entre la maleza en el exterior de la nave y abandonó el lugar de los hechos.

El tribunal considera que, pese a que el acusado había ingerido bebidas alcohólicas antes de los hechos, "dicha ingestión no afectó a sus capacidades cognitivas", por lo que no concurren circunstancias modificativas de la pena.

Además, la sección tercera de la Audiencia de Madrid ha condenado a Mihai A. a indemnizar a la hija de la víctima, Beatrice L., con 125.000 euros, inhabilitación absoluta durante toda la condena y a abonar la mitad de las costas procesales causadas.