> El Juzgado de lo Penal número 5 de Almería ha condenado a un hombre que fue sorprendido en su vehículo con varios cuchillos, hachas y puntales de hierro, entre otros elementos en las inmediaciones de la vivienda de una mujer a la que había amenazado con matarla a ella y a sus hijos mediante distintos mensajes de texto y pintadas que había realizado en su casa y en su lugar de trabajo.

El fallo dictado en firme tras la conformidad de las partes condena al hombre por un delito de amenazas y otro contra la integridad moral a ocho meses de prisión y a la prohibición de acercarse a la víctima y comunicarse con ella a menos de 500 metros durante 16 meses.

El acusado fue identificado cerca de la casa de la mujer por varios agentes de la Guardia Civil, que acudieron a la vivienda de la víctima tras su llamada. En ese momento el hombre les dijo a los agentes: "Me habéis pillado", y les confesó: "no pienso nada más que en matarla".

El hombre fue detenido el 3 de noviembre de 2010 a tenor de una serie de hechos que comenzaron 18 días antes, cuando remitió desde su teléfono móvil dos mensajes de teléfono a la víctima a la que insultaba y culpabilizaba de su situación.

Durante la misma jornada, escribió "con letras negras fácilmente legibles y de difícil borrado" mensajes en la fachada de la casa de la víctima, lo que hizo también varios días después cuando volvió a escribir en el rellano del edificio en la que vivía varios insultos.

El condenado, que siguió emitiendo mensajes de texto amenazantes en los que amedrentaba a la mujer con matarla a ella y a sus hijos, también grafiteó otros mensajes ofensivos en el lugar de trabajo de la mujer y sobre la luna de su coche.

Así, después de que la mujer volviera a recibir este tipo de mensajes telefónicos, esta llamó a la Guardia Civil que se personó en su domicilio, si bien los agentes localizaron en las inmediaciones al acusado quien iba en un coche donde portaba en el asiento delantero un machete de 13 centímetros, un cuchillo de 12 centímetros, un martillo y un puntero de hierro.

El condenado portaba además en el maletero del vehículo un hacha, un bastón de madera y una botella con dos litros de gasolina. Igualmente, manifestó ante el juez instructor que guardaba "un rencor muy grande" a la víctima, a la que tenía que "matar".

El juez ha accedido a suspender la pena de prisión, afectada por una atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, por un periodo de dos años con la condición de que no delinca en ese periodo, aunque mantiene la orden de alejamiento.