La Guardia Civil ha denunciado a una persona de nacionalidad extranjera, de iniciales M.R., como supuesto autor de un delito de receptación y venta en un comercio del municipio de Pájara (Fuerteventura) diferentes objetos electrónicos y una treintena de teléfonos móviles sustraídos.

Según informa un comunicado de la Comandancia de Las Palmas, el pasado 29 de enero desmanteló un taller donde supuestamente se realizaban las modificaciones de los dispositivos móviles sustraídos, con la intención de que no fuera posible, tras su venta, de vincularlos a los delitos.

Los agentes del Instituto Armado detectaron indicios de que algunos objetos robados y hurtados en varios establecimientos turísticos del sur majorero se modificaban en un comercio de compraventa para, con posterioridad, destinarlos a la venta, de tal forma que no se les vincularan con los robos.

La Guardia Civil subraya que los establecimientos de compraventa están obligados a mantener en vigor un registro documental del origen de los objetos y que el comercio investigado no lo tiene.

En la inspección, los agentes hallaron tres objetos, un ordenador portátil y dos teléfonos móviles, que habían sido previamente denunciados como robados, y además intervinieron otros 33 terminales presuntamente sustraídos -investigan su origen-.

La Guardia Civil, que intenta localizar a los propietarios de los objetos intervenidos, recuerda que los delitos de receptación conllevan penas de prisión de seis meses a dos años y que, además, si ese tráfico se realiza utilizando un establecimiento comercial o industrial se añade una multa de 12 a 24 meses.

El investigado, junto con las diligencias originadas por la investigación, quedó a disposición de la Justicia.

Paralelamente, los agentes denunciaron a M.R. por una infracción administrativa de carácter grave, que puede conllevar una multa de 601 a 30.000 euros y la suspensión temporal o clausura de la actividad comercial del local investigado.