Con la detención de sus principales líderes, las autoridades descabezaron la cúpulas de la banda de motoristas los Bandidos, una de las implicadas junto a los Cosacos en el tiroteo que dejó nueve muertos en Waco (Texas) en mayo del año pasado.

Los detenidos son el presidente de la organización, Jeffrey Fay Pike; el vicepresidente, John Xavier Portillo; y el autodenominado "sargento en armas", Justin Cole Forster, de acuerdo con la Oficina del Fiscal General en el Distrito Sur de Texas.

Pike fue detenido en su domicilio de Conroe (Texas), mientras que los otros dos lo fueron en la ciudad de San Antonio.

Los tres están acusados de "dirigir, sancionar, aprobar y permitir" que otros integrantes de los Bandidos cometan asesinatos, asaltos, intimidaciones, extorsiones y trafiquen con drogas.

También de liderar una "guerra" contra los Cosacos cuyo punto álgido se vivió en el restaurante Twin Peaks de Waco con la muerte de nueve motoristas en un tiroteo.

En caso de ser hallados culpables, los tres enfrentan una condena de cadena perpetua.

Según el escrito de la acusación, los Bandidos cuentan con hasta 2.000 miembros distribuidos por 15 países, aunque la mayoría están en Texas.

"Los miembros de los Bandidos no temen a la autoridad y tienen un total desprecio por las reglas de la sociedad", sostiene la acusación, que los califica de "organización criminal altamente organizada".

En noviembre, un jurado acusó a 106 personas a raíz del tiroteo de Waco.