La Policía Nacional ha llevado a cabo desde abril de 2013, cuando puso en marcha un plan integral contra la explotación sexual, más de 500 operaciones contra este delito de trata de seres humanos, en las que ha detenido a más de 2.000 personas y detectado 25.000 potenciales víctimas.

Son datos que ha puesto de manifiesto el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, en el encuentro que mantiene hoy y mañana en la localidad madrileña de El Escorial el Grupo Santa Marta, una alianza internacional de policías y obispos creada el año pasado a instancias del papa Francisco.

Desde el inicio del plan, 1.000 víctimas han sido acogidas por distintas organizaciones, según ha subrayado Cosidó antes de señalar que las cifras de la iniciativa reflejan el trabajo de muchos policías y el compromiso del cuerpo que dirige en el combate contra esta nueva forma de esclavitud.

Aunque los resultados de la Policía española son notables, ningún país -ha enfatizado Cosidó- puede por sí solo hacer frente a esta lacra.

El plan contra la explotación sexual se puso en marcha en abril de 2013 e incluyó la puesta a disposición de las víctimas y de otras personas que quisieran denunciar de un número de teléfono y de una dirección de correo electrónico.

Los últimos datos facilitados por la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal (UCRIF) de la Policía cifran en 2.378 el número de llamadas y en 1.267 el de correos electrónicos.

José María Moreno es el actual jefe superior de Policía de Canarias, pero antes dirigió la UCRIF y forma parte desde su creación del Grupo Santa Marta.

En conversación con Efe, Moreno resalta el papel que ha jugado la puesta en marcha de ese teléfono y del correo para la desarticulación de redes, la liberación de mujeres e, incluso, para resolver situaciones de emergencia, como el secuestro de hijos de algunas víctimas para presionarlas y extorsionarlas.

Ha valorado la creación del Grupo Santa Marta, porque policías de todo el mundo y miembros de la Iglesia pueden poner en común sus iniciativas en la lucha contra la trata y en la protección de las víctimas e, incluso, pueden darse a conocer nuevas formas de delito que van emergiendo en los diferentes países.

Según Moreno, España es un referente en la lucha contra la explotación sexual y en la protección de sus víctimas, pero en el otro lado de la balanza también es uno de los países receptores de mujeres captadas para obligarlas a ejercer la prostitución.

Y por eso, es necesaria la colaboración con los países de origen de las víctimas, para erradicar las redes de captación y para formar a sus policías en la lucha contra esta lacra.

De hecho, según Moreno, la Policía española trabaja sobre el terreno con las fuerzas de seguridad de Paraguay, Brasil o Colombia, de donde proceden muchas de las víctimas, y en los últimos tiempos de China, donde están proliferando las redes de trata con destino España.

Moreno sabe que la solución a este problema no es "milagrosa", pero cree que además de trabajar con los países de origen y de la acción policial, es necesario formar y difundir entre la sociedad la realidad de la trata.

Y hacerlo, como ya se ha comenzado a hacer, con protocolos con universidades, institutos o medios de comunicación, porque si no hay concienciación y sensibilidad social, "no hacemos nada", dice Moreno al resaltar la necesidad de lanzar el mensaje de que la trata "atenta contra la dignidad de las personas y las humilla".