La abogada Rosario Porto, acusada de la muerte de su hija Asunta en el marco de un supuesto plan orquestado junto a su ex marido, Alfonso Basterra, sostuvo ayer que ella no mató a la niña y afirmó: "yo quería a mi hija y no le iba a hacer daño".

En la sesión de ayer tarde, en los juzgados compostelanos de Fontiñas, la imputada se mostró más tranquila y confiada que en la jornada matutina, y contestó a la letrada Belén Hospido, que se ocupa de la defensa de su ex marido, Alfonso Basterra, que este y Asunta tenían una buena relación.