Una operación de la Policía Nacional y de la Guardia Civil ha permitido desmantelar una organización que enviaba a España chips de tarjetas de crédito venezolanas con los que después se reconstruía la tarjeta falsa y se realizaban compras masivas en comercios conniventes.

Los ocho integrantes de la red ahora detenidos están acusados de los delitos de falsificación de tarjetas de crédito y de fraude fiscal.

La investigación se inició tras la llegada a España, procedentes de Colombia vía Alemania, de 75 chips presuntamente recortados de tarjetas bancarias. A raíz de la interceptación de los chips, los agentes detectaron un entramado criminal compuesto principalmente por los ocho arrestados. Este grupo de personas se encargaba de gestionar los envíos desde Colombia y Venezuela de las tarjetas bancarias recortadas. Los chips eran ocultados en paquetes postales, aparatos electrónicos, libros o revistas para introducirlos y así usarlos en España.

La organización desarticulada tenía capacidad para la falsificación de tarjetas bancarias.