El hombre acusado de matar a sus dos hijas en Moraña (Pontevedra) un día antes de entregarlas a su exmujer pasará hoy a disposición judicial, tras ser dado de alta en el hospital donde ingresó tras intentar suicidarse.

El juzgado mixto número uno de Caldas, que se ha hecho cargo de la investigación, decretó el secreto de las actuaciones, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que precisaron también que las autopsias de las niñas están programadas para hoy.

No consta que el detenido tenga antecedentes por violencia en el ámbito doméstico ni que sobre él pese orden de alejamiento alguna con respecto a nadie, según otras fuentes relacionadas con la investigación.

A tenor de las primeras investigaciones, el presunto autor del parricidio tenía que entregar a las dos pequeñas mañana a su madre, Rocío V., de la que está divorciado, señalaron las fuentes, que indicaron que él quiso matarse cortándose el cuello. La Guardia Civil lo encontró encerrado en el baño cuando se presentó en el domicilio donde las menores podrían haber muerto degolladas con una radial, según fuentes próximas al caso. Las niñas vivían con su madre en el centro urbano de Moraña, en Santa Lucía, pero se encontraban en O Casal (a tres kilómetros) con su padre, quien regenta una inmobiliaria junto a su hermana en Caldas de Reis.

El Ayuntamiento de Moraña (Pontevedra) decretó en un pleno extraordinario tres días de luto, según la alcaldesa, quien conocía personalmente a los padres de las menores.

El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad se mostró "consternado" por el "terrible" crimen registrado en Galicia.

"Consternado por el terrible asesinato de Pontevedra. Seguiremos trabajando hasta conseguir terminar con esta lacra", puso Alonso en su Twitter. El suceso ha conmocionado al pequeño pueblo de Moraña, donde la familia de las dos víctimas era muy conocida, así como las pequeñas.