El Gobierno griego continuó ayer la investigación sobre la reyerta del pasado domingo entre reclusos albaneses, árabes y paquistaníes en una cárcel de Atenas, en la que dos presos murieron y 18 resultaron heridos y que puso de manifiesto los problemas en las penitenciarías de dicho país.

Fuentes penitenciarias dijeron que el conflicto podría deberse a una lucha por el control del área y el ministro de Justicia griego apuntó que lo que importa son las causas del problema, como el hacinamiento y la escasez de personal en las cárceles.