La Policía Nacional ha desarticulado un grupo de expertos estafadores que ofertaban falsos préstamos mediante anuncios publicitarios en prensa en una investigación iniciada en Murcia y culminada en Andalucía y Cataluña, que se ha saldado con cinco detenidos, informa este Cuerpo.

Un dispositivo puesto marcha en Mijas (Málaga), Manresa (Barcelona) y Tarragona permitió la detención de los principales miembros del grupo, cuatro nigerianos y un español, con edades comprendidas entre los 21 y los 46 años.

Los arrestados, haciéndose pasar por trabajadores de bancos extranjeros, se aprovechaban del estado de necesidad económica de personas que por su situación financiera no podían recurrir a los cauces de financiación habituales.

Los detenidos captaban la atención de sus víctimas con unas condiciones muy ventajosas pero para liberalizar supuestamente los fondos del préstamo era necesario el pago de numerosas tasas que los perjudicados debían abonar por transferencia o giros postales sin llegar a recibir después el importe.

En noviembre de 2013 una mujer presentó en una Comisaría de la capital murciana una denuncia en la que manifestaba haber solicitado un préstamo hipotecario a través de un anuncio publicado en un periódico de la región.

Los trámites del supuesto préstamo los había realizado vía telefónica y fax y para hacerlo efectivo debía ingresar diversos importes a través de giros postales y pasarelas informáticas de transferencias de fondos, todo ello en concepto de gastos notariales, tasas y legalización de papeles.

La denunciante no llegó a recibir ningún abono en su cuenta corriente por el préstamo solicitado.

Los agentes iniciaron una investigación que les llevó a localizar varios anuncios en periódicos locales y regionales de toda España contratados por parte de los miembros del grupo en los que ofrecían un tipo de interés muy atractivo y decían trabajar para una entidad financiera internacional.

Los interesados debían contactar con los supuestos prestamistas siempre por vía telefónica, intercambiando documentación por fax o correo electrónico.

Posteriormente uno de los integrantes de la banda informaba a sus víctimas de que el préstamo les había sido concedido y que debían hacerles llegar entre 300 y 500 euros en concepto de gastos de notaría.

Seguidamente el estafador iba solicitando nuevos pagos al objeto de liberalizar supuestamente los fondos del préstamo que se hallaban en un banco extranjero, falsificando a su vez documentos de entidades bancarias.

Para contratar las distintas publicaciones de sus anuncios, los delincuentes usaban documentación falsificada, proporcionando en cada periódico una identidad diferente.

El pago de estos servicios de publicidad lo realizaban desde cajeros automáticos de la localidad malagueña de Fuengirola y por las declaraciones de las víctimas se tuvo conocimiento de que distintas personas, todas ellas con acento extranjero, se hacían pasar por miembros de entidades bancarias internacionales con objeto de motivarlas a realizar nuevos pagos de tasas.

En una fase final la estafa se consumó con la recogida por parte de personas de la organización de los fondos que las víctimas habían transferido o hecho llegar por giros postales a distintos puntos de Barcelona y Málaga e incluso al extranjero.

Numerosas pesquisas policiales permitieron localizar a los miembros de la organización, unos en España y otros en el extranjero, e identificar a una gran cantidad de perjudicados.

Las víctimas se encontraban en una asfixiante situación económica y no podían recurrir a los cauces de financiación habitual a través de bancos y caja de ahorro.

En el operativo se llevaron a cabo dos registros domiciliarios, uno en Mijas y otro en Manresa, en los que se intervino gran cantidad de elementos de prueba.

En concreto quince teléfonos móviles, veinticinco tarjetas telefónicas utilizadas para contactar con las víctimas, material informático, documentación bancaria y resguardos de envío de dinero procedente de la estafa, así como guías de venta y formularios manuscritos en los que se recoge qué es lo que de debe decir telefónicamente a las víctimas.