Un temporal de lluvia amenaza de nuevo Génova (norte), lo que llevó a las autoridades a decretar el estado de alerta máxima después de que las inundaciones en esta ciudad italiana se saldaran con un muerto el pasado jueves.

La alerta máxima duró hasta la pasada medianoche de hoy, cuando está previsto que empiece a cesar el temporal.

Este temporal costó la vida en la noche del jueves a un varón de 57 años y causó en toda la provincia múltiples destrozos, que fueron cuantificados por el presidente de la región, Carlo Burlando, en más de 300 millones de euros.

"El viernes pediremos la declaración del estado de emergencia. Daremos tiempo así a que los ayuntamientos de las distintas localidades afectadas realicen una estimación de los daños", explicó Burlando.

Hasta ahora, de acuerdo con los medios locales, en torno a un centenar de familias fueron evacuadas de sus domicilios y los cuerpos de seguridad realizaron más de 200 intervenciones para evitar derrumbamientos del terreno.

De esta forma, más de cien personas se vieron obligadas a dormir en gimnasios habilitados debido a que la zona se vio anegada por el fango como consecuencia de dicho temporal.

Las comunicaciones ferroviarias con Milán y Turín -las capitales regionales más próximas- están cortadas o reducidas y algunas rutas tuvieron que ser sustituidas por trayectos en autobús. Además, algunas de las carreteras que unen Génova con los principales núcleos del país están cerradas.