El acusado de asesinar al exnovio de la madre de su hijo en 2013 en Costa del Silencio, en el sur de Tenerife, ha dicho hoy que tenía miedo a la víctima y que su temor era que corriera peligro la vida del menor.

El acusado, para quien la Fiscalía solicita 17 años de prisión y su defensa sostiene que actuó en legítima defensa, por lo que reclama su libre absolución, ha explicado hoy en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife que le clavó al fallecido un cuchillo en la pierna en una ocasión con el objetivo de intimidarlo y no de matarlo.

El presunto asesino, de origen cubano, ha indicado que, después de que la víctima entrara a la vivienda donde se encontraba con su hijo y su expareja y golpeara a la mujer, salió con un cuchillo para intentar alejarlo del menor.

Sin embargo, la víctima le dio al menos cuatro golpes en la cara, ante lo que el reaccionó clavándole en una pierna el cuchillo al ahora fallecido, que tenía una orden de alejamiento, pero sin ánimo de acabar con su vida, ha señalado en el juicio que se celebra con jurado popular.

"Yo defendí a mi hijo por temor", ha aseverado el acusado, quien ha señalado que el fallecido tenía problemas de celos, al mismo tiempo que ha reiterado que aguantó los golpes hasta que no pudo más y tuvo que sacar el cuchillo con el objetivo de intimidarlo para que se fuera.

No odiaba a la víctima y cuando supo que le había causado la muerte se sorprendió, ha añadido en su declaración, después de haberle pedido perdón públicamente a la familia del fallecido, a quien ha insistido en que siempre le tuvo miedo.

En su escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía sostiene que sobre las 23:00 horas del 7 de noviembre de 2013, en los exteriores de la urbanización Primavera, de Costa del Silencio (Arona), el acusado mantuvo una discusión con la víctima y en el transcurso de la misma "con la intención de acabar con la vida de éste", se pertrechó de un cuchillo de cocina con un tamaño de 32 centímetros, de los que 21 eran el largo de la hoja y 2,7, el ancho.

Según la Fiscalía, el procesado ocultó el arma hasta que se la clavó en la cara lateral del muslo izquierdo, sacándola parcialmente para volver a clavársela.

Estas puñaladas seccionaron la arteria y la vena femoral interna, lo que provocó una gran pérdida de sangre a la víctima y un shock hipovolémico que le causó la muerte.

Al parecer, el acusado había mantenido una relación sentimental con la mujer, de la que ya se había separado y tenía un hijo en común.

Tras la ruptura, la mujer inició una relación con el ahora fallecido, aunque en el momento del suceso ya no estaban juntos y lo había denunciado por malos tratos y el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Granadilla de Abona había emitido una orden de alejamiento.