Las costas del Pacífico mexicano continúan hoy amenazadas por las intensas lluvias, vientos y oleaje del huracán Odile, que dejó dos muertos y tres desaparecidos tras devastar Baja California Sur, y del huracán Polo, cuya virulencia se siente ya en otros estados de la zona.

Polo de categoría I se ubica a 235 kilómetros de Manzanillo en Colima y 745 kilómetros de Cabo San Lucas, uno de los sitios más afectados esta misma semana por Odile, continúa su desplazamiento hacia el noroeste, paralelo a las costas mexicanas del Pacífico Central.

Las autoridades mantienen una alerta desde Punta San Telmo, en Michoacán, hasta Cabo Corrientes, en Jalisco, donde se prevén olas de 3 a 5 metros y lluvias intensas y muy fuertes en todos los estados cercanos al sistema.

El ciclón tropical, que avanza hacia el noroeste a 13 kilómetros por hora, con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y rachas hasta 150 kilómetros, activó la alerta después de que Odile, que le antecedió por unos cuantos días, causara los mayores daños en los últimos años en Baja California Sur.

Odile, que presentó vientos superiores a los 200 kilómetros por hora, impactó la madrugada del lunes como huracán de categoría III de la escala Saffir-Simpson (de cinco niveles) contra la zona de los Cabos, ubicada en el sur de la Península de Baja California y muy apreciada por el turismo estadounidense.

Los fuertes vientos y las intensas lluvias provocaron la muerte de dos personas y la desaparición de otras tres, y causaron fuertes daños a la infraestructura urbana, carretera, de redes eléctricas, de telecomunicaciones, a los aeropuertos, hoteles y casas.

El subdirector de Información del Gobierno de Baja California Sur, Jesús Leyva, explicó que uno de los fallecidos es el coreano Kyong Jim Park, gerente de la empresa minera El Boleo, quien fue arrastrado en su vehículo por un río en la población de Santa Rosalía, en el municipio de Mulegé, mientras que su acompañante, de la misma nacionalidad, permanece desaparecido.

El segundo fallecido es el alemán Hunter Treaow, quien salió en una embarcación junto con otras dos personas, que tampoco han sido encontradas.

Leyva indico que Odile destruyó totalmente unas 200 casas construidas con madera y cartón en un barrio nuevo donde sus 700 habitantes perdieron todos sus bienes.

Además, dijo que la fuerza del viento del huracán derribó torres de alta tensión, unos 2.000 postes, 191 líneas de baja tensión, y 23 subestaciones eléctricas, así como los postes de telefonía que dejaron incomunicado a todo el estado en los días siguientes.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) precisó que el daño a la infraestructura dejó sin servicio eléctrico a 239 mil de los 246 mil usuarios domésticos, comerciales e industriales en todo el estado.

La falta de electricidad provocó la escasez de agua potable debido a que se paralizaron las plantas potabilizadoras y las plantas de bombeo que utilizan esa energía.

El gobernador de Baja California Sur, Marcos Covarrubias, afirmó hoy que todos los órdenes de Gobierno trabajan intensamente para restablecer las telecomunicaciones, la electricidad, el agua potable y garantizar el abasto de alimentos.

Aseguró que este problema se agrava porque la mayor parte de productos son transportados por vía aérea o marítima.

Por vía terrestre es muy complicado debido a que el sur del estado está prácticamente aislado geográficamente, casi "como una isla".

Se ha logrado restablecer la energía eléctrica en un 45 % en La Paz, un 70 % en Comondú, 95 % en Loreto y 35 % en Mudejé, indicó Covarrubias.

"Lo más complicado es en el municipio de Los Cabos, donde se instalará una planta generadora de electricidad", indicó.

El gobernador recordó que gracias al Ejército, la Marina, la Policía Federal y aerolíneas comerciales, se logró la evacuación hasta el miércoles de unos 11.000 turistas.

Agregó que hoy se preveía trasladar a otros 8.000 que permanecían varados en Los Cabos y otros 500 en La Paz.

El Departamento de Estado de EEUU recomendó hoy en un "mensaje urgente" a sus ciudadanos afectados por Odile trasladarse al aeropuerto de San José del Cabo.

Sugirió que lo hicieran "tan pronto como sea posible" de preferencia "mientras haya luz de día", según un comunicado de la embajada estadounidense en México.

Aunque no lo menciona, en Los Cabos se registraron en los últimos días actos de rapiña y saqueo de centros comerciales, algo que hoy lamentó Covarrubias, al anunciar que desde el miércoles se enviaron contingentes militares, de la marina y policías federales para restablecer el orden.