Las estrategias de los abogados defensores de Sonia Prieto y Jesús Ponce, los procesados por matar a los niños Tindaya y Joseba en Vistabella, quedaron ayer muy claras en la primera sesión del juicio y consisten, sencillamente, en echar las culpas "al otro" de la autoría material de los asesinatos cometidos el 9 de diciembre de 2011.

Y es que, por una parte, el letrado defensor de Ponce aseguró que a su defendido lo único que se le puede achacar es convivir con los cadáveres de los pequeños, de 11 y cinco años, durante varios días; mientras que la abogada de Sonia sugirió con sus preguntas a Ponce que este había sido el que había realizado el trabajo de acabar con la vida de ambos niños y, además, había provocado las lesiones a Sonia.

El letrado de la acusación particular realizada por los hermanos de Sonia, Juan Manuel Fernández del Torco Alonso, consideró que, ante la evidencia de que hubo dos muertos menores de edad, "el sistema no dio las respuestas adecuadas" que necesitaban los hoy procesados cuando lo necesitaron y estuvieron ingresados en una Unidad de Psiquiatría. Recordó que, según consta en la instrucción, Sonia Prieto escuchaba voces algunos años antes que la animaban a acabar con su vida y preguntó que "por qué no se adoptaron las medidas" apropiadas en estos casos.

La letrada del colectivo Laxhsmi, que se dedica a la investigación y prevención de sucesos graves, Yaremi Padrón, afirmó que su colectivo solo busca conocer la verdad de lo que ocurrió el 9 de diciembre en la casa de la calle Primero de Armenia donde ocurrieron las muertes, así como qué circunstancias llevaron a los dos procesados a matar a sus hijos. En cualquier caso, esta abogada se alineó con el informe de la teniente fiscal y consideró que a Sonia Prieto y a Jesús Ponce les sobraban sus hijos. La defensora de Prieto efectuó una vehemente intervención en la que aseguró que existen contradicciones en el informe del caso y solicitó al Jurado que se esforzara por entender a la madre de los fallecidos. En una curiosa alusión a su defendida, la abogada señaló que ahora Prieto tiene la oportunidad de contar lo que ocurrió, porque "si no es así, ya estamos condenadas".

Jesús Ponce no se acuerda de casi nada

Jesús Cristo Ponce aceptó ayer la alternativa de responder a los abogados de las partes personadas en el proceso judicial. Pero a la mayoría de las preguntas clave de lo que ocurrió entre el 9 (cuando fallecieron los niños) y el 13 de diciembre de 2011 (cuando encontraron los cuerpos), respondió que no se acordaba o que no lo tenía claro. En algunas de esas preguntas, la contestación del procesado era dar una negativa con la cabeza o encogiendo los hombros cuando no recordaba. Hasta que la magistrada Esmeralda Casado lo advirtió de que tenía que ser escuchado por el Jurado y ser grabado por el dispositivo de audio. Su abogado defensor manifestó que ni mató a los niños, ni tramó plan alguno para hacerlo ni se puso de acuerdo con la otra acusada para efectuar los asesinatos. El letrado de Ponce, alias "El Curandero", indicó que únicamente había errado al convivir con los cadáveres de las víctimas varios días sin avisar a las fuerzas de seguridad. A juicio del abogado defensor de Ponce, la idea esbozada por una de las acusaciones, acerca de que el proyecto de Ponce y Sonia era encontrarse en el Hospital Psiquiátrico sin niños a los que atender, era una "historia rebuscada" y un "montaje absurdo". Además, afirmó que Jesús Cristo Ponce "estuvo a punto de morir", debido a la gran cantidad de sangre que perdió al intentar suicidarse cortándose las venas después de que Tindaya y Joseba fueran asesinados.